Japón está a punto de acabar con la llamada “cláusula pacifista” de la Constitución nacida tras la Segunda Guerra Mundial. La Cámara Baja ha aprobado
Japón está a punto de acabar con la llamada “cláusula pacifista” de la Constitución nacida tras la Segunda Guerra Mundial. La Cámara Baja ha aprobado este jueves la polémica reforma de las Fuerzas Armadas, que permitirá a Tokio enviar tropas al extranjero si el gobierno considera que los intereses nacionales están en peligro. La oposición ha abandonado el hemiciclo en señal de protesta. La nueva ley es una apuesta personal del primer ministro Shinzo Abe.
“La riesgos para la seguridad nacional son cada vez mayores”, defendía el jefe del ejecutivo tras la votación. “Por eso es absolutamente necesario que la legislación se adapte para proteger la vida de los ciudadanos japoneses y evitar que el país pueda confrontarse a una guerra”.
El asunto ha levantado ampollas entre la ciudadanía, que según las últimas encuestas se opone mayoritariamente a esta reforma militar. Miles de personas se manifestaban esta mañana frente al Parlamento.
“La ‘reforma bélica’ destruye los principios constitucionales”, decía Fumio Imai, uno de los detractores de la ley presentes en la protesta. “Si llega a aplicarse supondrá un punto de no retorno para Japón y el país podrá entrar en guerra. No la podemos aceptar, porque afectaría a nuestra vida diaria y al rumbo de Japón”.
La ley tendrá que ir ahora a la Cámara Alta, que debería pronunciarse en los próximos sesenta días. Y lo hará probablemente a favor, ya que el bloque gubernamental cuenta también con una amplia mayoría en ese foro.