El Tribunal Supremo israelí deja en suspenso la detención administrativa del preso palestino, Muhammad Allan, por motivos de salud. Pero no autoriza
El Tribunal Supremo israelí deja en suspenso la detención administrativa del preso palestino, Muhammad Allan, por motivos de salud.
Pero no autoriza su puesta en libertad. De momento, deberá continuar en el hospital israelí Barzilai hasta la sentencia definitiva.
Allan- acusado por Israel de terrorismo con el grupo Yihad Islámica- contesta su encarcelación sin juicio con una huelga de hambre desde hace dos meses. Ahora está en coma inducido y según el hospital israelí, la falta de nutrientes le habría provocado daños cerebrales que aún no se sabe si son irreversibles.
Su caso ha generado una polémica internacional por las detenciones sin cargos contra los palestinos.