El Consejo Europeo da su luz verde a la propuesta de la Comisión de dar una mayor libertad a los Estados miembros en la aplicación del IVA para los
PUBLICIDADEl Consejo Europeo da su luz verde a la propuesta de la Comisión de dar una mayor libertad a los Estados miembros en la aplicación del IVA para los tampones, compresas y toallas sanitarias femeninas, cuya tasa puede elevarse hasta el 27 por ciento. En respuesta a la exigenica del Reino Unido pero también a las movilizaciones feministas en diferentes países, los 28 aprobaron el viernes esta flexibilidad que no tiene todavía fecha para ponerse en marcha. En algunos países como el Reino Unido y Francia, de todos modos, ya se ha rebajado al cinco por ciento mientras que en España continúa en el diez.
La llamada ‘tasa tampón’ ha provocado en el Reino Unido una rebelión entre los parlamentarios, uniendo a euroescpéticos y femenistas, que acabó con la recogida de trescientas mil firmas pidiendo que el dinero recaudado se destinara a proyectos sociales en apoyo a las mujeres. En sus conclusiones, el Consejo Europeo se felicita “de la intención de la Comisión de ofrecer a los Estados miembros la opción del tipo cero sobre los productos sanitarios”. El presidente francés, François Hollande, reconoció que era una concesión al primer ministro británico, David Cameron, en su campaña a favor de mantener al Reino Unido en la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio
Aunque también se trata de una reivindicación que se ha extendido a Francia, Italia o España. El pasado noviembre, decenas de militantes se manifestaron en París portando tampones gigantes manchados de rojo para que estos no se consideren productos de lujo en su gravamen fiscal.
En España, la campaña Por un IVA del 4% para los productos de higiene femenina recogió más de cien mil firmas antes de las elecciones generales del pasado diciembre en la que se hacía una llamada a los candidatos para que el impuesto se rebajara en más de la mitad como es el caso para “el pan, la leche, los libros o los medicamentos” porque las mujeres deben usar estos productos “una media de 35 años a lo largo de su vida”.