Nos encontramos con algunos miembros del Ejército iraquí, salimos de la sede principal de operaciones militares conjuntas que tratan de liberar la
PUBLICIDADNos encontramos con algunos miembros del Ejército iraquí, salimos de la sede principal de operaciones militares conjuntas que tratan de liberar la provincia de Nínive.
Pasamos junto a las tiendas de campaña de las tropas iraquíes y Peshmerga antes de llegar al terraplén, que se ha convertido en un parapeto para prevenir los ataques del Dáesh.
En este punto, accedemos a una explanada en la que en cualquier momento, las milicias del Dáesh podrían aparecer.
Tras una hora de marcha llegamos a las afueras del municipio Khurbardan, al sur de Mosul, en el que se pueden ver casas destruídas y cadáveres de yihadistas del grupo Estado Islámico.
Pasamos un momento con los oficiales del Ejército antes adentrarnos en la aldea, donde nos cuentan cómo fueron atacados por los kamikazes del Dáesh.
“Dispararon proyectiles de mortero, dice este soldado. Me han herido el brazo, pero hemos decidido quedarnos aquí y seguir luchando hasta que logremos la victoria.”
“Hemos liberado este pueblo tras combatir al grupo Dáesh que tuvo muchas bajas y pérdidas materiales, dice el comandante Amar Kareem. Hay cadáveres esparcidos por todas partes en las casas. Conseguimos abatir a algunos de los atacantes suicidas antes de que detonaran sus explosivos y a otros que estaban a punto de hacerlos explotar”.
Dentro de la mezquita quedan los restos de sangre de uno de los kamikazes suicidas. Le dispararon y aún herido corrió hacia la mezquita donde accionó los explosivos con los que se hizo estallar.
Aquí puede producirse un repentino ataque suicida de algún yihadista, que salga de alguno de los túneles excavados bajo este pueblo. El Dáesh obliga a rehenes y prisioneros a excavar estos pasadizos que utilizan como medio de ataque y defensa.
Seguimos exactamente los mismos pasos de este soldado para evitar las minas, ya que algunas zonas del pueblo aún pueden ocultar peligros.
Este soldado iraquí nos explica cómo fue el ataque yihadista. Los proyectiles llegaron hasta aquí pero no explotaron.
A poca distancia de este pueblo, continúan los enfrentamientos, pero los yihadistas se mueven en pequeños grupos para evitar los bombardeos de las fuerzas de la alianza.
La batalla que se libra aquí no puede describirse como una guerra clásica, sino como una guerra de milicias y guerrillas.
“Banderas y cadáveres, es lo único que queda del grupo Dáesh. El ejército iraquí ha logrado liberar varias aldeas de la región tras violentas batallas, y ahora prosigue sus operaciones militares en otras líneas del frente para, tal y como esperan, liberar la ciudad de Mosul"
Un reportaje de Mohammed Shaikhibrahim.