Disturbios en París en una nueva semana de protestas contra la reforma laboral.
PUBLICIDADDisturbios en París en una nueva semana de protestas contra la reforma laboral. Unas 55.000 personas se han manifestado pacíficamente en la capital francesa donde, al final de la marcha, un grupo de encapuchados se ha enfrentado con la policía.
Pendiente del debate en el Senado, el Gobierno francés aprobó la polémica reforma haciendo uso de un “atajo” constitucional con el que evitó someter el texto a votación parlamentaria. “El presidente no está actuando como un jefe de Estado cuando se niega a escuchar a los ciudadanos. El 74% de los franceses rechaza esta reforma y uno de cada dos está a favor de la movilización”, declara Philippe Martinez, secretario general de la CGT.
Los manifestantes consideran que este proyecto de ley es demasiado favorable a las empresas y que sumará precariedad a los asalariados.
Para François Hollande es mejor adoptar reformas impopulares que no hacer nada. “Esta ley va a pasar. No voy a ceder porque ha habido demasiados gobiernos que han cedido, de ahí el estado en el que encontré el país en 2012. En esta difícil situación no puedo dar marcha atrás porque se ha logrado un compromiso y un equilibrio y los sindicatos reformistas respaldan este texto y hay una mayoría de los socialistas favorables a aprobarlo”, aseguraba el presidente francés.
En las carreteras, los camioneros han ralentizado la circulación y han bloqueado puertos y refinerías en diferentes puntos del país, en una jornada en la que, según las autoridades, cerca de 90 personas han sido detenidas.