El hambre guía sus pasos.
El hambre guía sus pasos. Los vecinos del barrio de al-Kadasa, en el este de Alepo, han entrado en el cuartel de la milicia islamista Jaish al Islam buscando comida. En el edificio ya no queda nadie, los combatientes salieron huyendo, pero lo que sí han encontrado son cajas y cajas de alimentos.
Algunos habitantes explican que los miembros de la milicia se quedaban con la mayor parte de la ayuda alimentaria destinada a los civiles.
“Nos privaron de todo. No tenemos leche, carne ni limones. Ellos nos privaron de todo”, dice una mujer que se presenta como Hanan al Salem.
“Guardaban toda esta comida aquí y a nosotros no nos dejaban comer ni un pedazo de pan. Estábamos muertos de hambre. Nos íbamos a la cama con el estómago vacío”, denuncia Amer Saleem.
En Al-Kalasa ya no hay combates, pero tampoco alimentos. Los
escasos productos que aún circulan alcanzan precios prohibitivos. En algunas de las cajas sacadas del cuartel de Jaish al Islam se puede leer claramente que son parte de cargamentos de ayuda humanitaria.