Chipre: Famagusta espera la reunificación

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Por Euronews
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“Buenos días, les invito a dar una vuelta y descubrir la magnífica ciudad de Famagusta”, así comienza la visita por la ciudad más poblada del norte de Chipre.

“Buenos días, les invito a dar una vuelta y descubrir la magnífica ciudad de Famagusta”, así comienza la visita por la ciudad más poblada del norte de Chipre. Los guías son Anna, grecochipriota, y Orhan, turcochipriota, juntos descubren a sus compatriotas el patrimonio de esta isla del Mediterráneo. En su época fue el puerto comercial más importante de Chipre, país dividido desde 1974 entre la comunidad turca al norte y la griega al sur.

“Compartimos una herencia cultural desde la antigüedad. Podemos vivir juntos y podemos probarlo porque tanto grecochipriotas como turcochipriotas hemos trabajado juntos desde siempre”, comenta Anna Marangou.

Esta prosperidad común está paralizada por la falta de voluntad política cuya última crisis data del pasado 16 de febrero. La reunificación de Chipre podría beneficiar al turismo y otros sectores, aunque no es el aspecto económico lo que más motiva a Anna y Orhan.

“Lo que hacemos no lo hacemos por dinero sino por nuestro futuro, por el futuro de nuestro país, para las nuevas generaciones”, admite Orhan Toulun.

La visita finaliza en uno de los lugares más emblemáticos del conflicto entre ambas partes: Varosha, una antigua estación balnearia de Famagusta, bajo vigilancia del ejército turco y donde es casi imposible filmar, según comenta la reportera de euronews, Valérie Gauriat. La zona está completamente abandonada desde que los grecochipriotas huyeron hace 43 años.

Andreas y Ceren no pierden la esperanza. Él es grecochipriota, ella turcochipriota. Estos dos arquitectos tiene un sueño: llevar a cabo un proyecto de reconstrucción por ahora virtual.

La transformación de Famagusta en una ciudad ecológica podría servir de modelo para un desarrollo duradero de un país sumido a una espiral de promesas y decepciones en torno a un proceso de paz que no llega. El tema de la propiedad y el control de la costa forman parte de los puntos más conflictivos.

“Podría convertirse en un nudo comercial aprovechando su posición en el Mediterráneo. Puede aspirar a conservar su legado, los monumentos y edificios existentes y, al mismo tiempo, beneficiarse de los adelantos de nuestro siglo en términos urbanísticos para implantar prácticas más ecológicas”, explica Andreas Lordos.

“Este proyecto está animando a otras personas a romper el silencio. Estamos intentado incitar a otras personas a rasgar esta cortina de incertidumbres. Gentes que vivieron antes aquí y que desean volver a retomar sus vidas puesto que dejaron la mitad de sus almas aquí. La otra mitad está vacía porque no pudimos integrarlas en una sola”, explica Cren Bogac, arquitecta.

Una integración reclamada también por el mundo de los negocios en ambas partes de la isla, según el El responsable turcochipriota de la Cámara de Comercio de la parte norte de Nicosia, Fikri Toros:

“La comunidad turcochipriota se vería liberada de las sanciones y podríamos beneficiarnos del mercado chipriota en su conjunto sin mencionar el resto de mercados europeos. Todo el este del Mediterráneo saldría beneficiado y se reforzaría la cooperación regional. La comunidad grecochipriota sería la primera en sentir las ventajas de poder negociar con Turquía.”

“Los controles siguen siendo necesarios para pasar al otro lado de la isla. El comercio sigue siendo, por ahora, muy limitado respecto a las posibilidades estipuladas por la denominada línea verde. Por ahora, a falta de un acuerdo político, los intercambios comerciales solo alcanza un 10% de su potencial”, explica Valérie Gauriat.

Las empresas de ambos lados lo saben y solo esperan el levantamiento de las sanciones para poder trabajar mano a mano, explica Phidias K. Pilides, responsable de la Cámara de Comercio de la República de Chipre, en el sur de Nicosia:

“Los empresarios de ambos lados llevan tiempo negociando posibles acuerdos, transacciones y cooperaciones comerciales. Cuando hablamos con los interesamos, vemos la posibilidad de proyectos a gran escala. No olvidemos que Chipre se encuentra en medio de la ruta del gas natural y se han descubierto recursos gasísticos en el este del Mediterráneo.”

Según estudios recientes, una futura integración económica podría multiplicar por tres la tasa de crecimiento anual de la isla y relanzar el mercado de trabajo.

Gregoris y Sertac con coautores de un informe sobre el paro juvenil, mucho más elevado en Chipre que en la mayoría de los países europeos. Aunque las causas difieran en el norte y el sur, los efectos, dicen, son los mismos.

“Los turcochipriotas están sometidos a un aislamiento económico que impide el desarrollo del sector privado. Los diplomados salen de las universidades sin perspectivas de trabajo. Si el sector privado turcochipriota sigue sin tener acceso a la economía glogal, será muy difícil crear puestos de trabajo cualificados”, explica Sertac Sonan.

“Mucha gente, especialmente jóvenes con títulos universitarios, busca trabajo en el extranjero. Creo que si tuviera lugar la reunificación con todas esas nuevas inversiones y todo lo que surgiera, contribuiría a parar el éxodo de nuestro jóvenes que buscan salidas en el extranjero”, explica Gregoris Ioannou.

Hakan Coban es turcochipriota y acaba de finalizar sus estudio de relaciones internacionales. A falta de una oportunidad para él en la isla, va a probar suerte en Portugal.

“Tengo un par de amigos que han estudiado ingeniería y que han acabado trabajando en un banco o en un supermercado porque no han encontrado otra cosa. No hay salidas para los jóvenes, así que me compré un billete y me dije que, en lugar de perder mi tiempo aquí, por qué no ir a Lisboa”, cuenta Hakan.

Andrea es grecochipriota y acaba de diplomarse en dirección de empresas. Su primer trabajo no corresponde con su diploma y está mal pagado. Hace un tiempo pensó en partir aunque algo la retiene.

“No hace mucho decidí que no me iría porque este es mi país, mi familia y mis amigos están aquí. Si los jóvenes abandonamos Chipre, ¿quién va a hacer avanzar este país y liderar el cambio?, se pregunta Andria Georgiou.

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