Las fuerzas iraquíes avanzan hacia la mezquita Al Nuri de Mosul.
Las fuerzas iraquíes avanzan hacia la mezquita Al Nuri de Mosul. El ejército regular se dispone a penetrar en el casco histórico de la ciudad y asaltar el templo desde el que Al Baghdadi autoproclamó el califato del Dáesh en 2014. La batalla será larga. Se calcula que dentro de la ciudad vieja hay más de medio millón de civiles, muchos de ellos retenidos como escudos humanos. El resto está siendo evacuado antes de lanzar la ofensiva final.
Según Naciones Unidas, por el momento han abandonado el oeste de Mosul unos 130.000 civiles. Los desplazados son distribuidos en campos de acogida, pero muchos de ellos están abarrotados.
“Yo quería quedarme en Hamam Al-Alil”, explica Ali Waadallah, “pero no quedaban tiendas. Me han dicho que en Khazer tampoco hay sitio. No sé qué haremos. Hay mucha gente durmiendo en la calle”.
La familia de Ali y otras diez más han tenido suerte y han encontrado refugio en el campamento de Hassan Sham, a 30 kilómetros de Mosul. Pero miles de personas duermen desde hace días a la intemperie. El gobierno iraquí ha prometido habilitar más espacios de acogida en las regiones vecinas. La cifra de desplazados podría duplicarse en cuestión de días.