La fiscalía surcoreana pide doce años de cárcel para el heredero del imperio Samsung, acusado de sobornar a la confidente de la expresidenta Park Geun-hye. Tras cinco meses de juicio en el Distrito Central de Seúl, la fiscalía consideró probado los cargos contra Lee Jae-yong de soborno, malversación y ocultación de activos en el extrajero.
El hombre que, de facto dirige el líder mundial de los teléfonos móviles desde que su padre sufriera un infarto en 2014, ha sido juzgado junto a otros cuatro ejecutivos de la compañía. La fiscalía les pide diez años de prisión.
El caso tiene unas ramificaciones que llegan hasta la presidenta del país Park, que en marzo fue destituida de sus funciones. Otra de las acusadas es Choi Soon-sil, conocida como la ‘Rasputina’ porque era quien hacia de intermediaria para este juego de influencias en la cúpula del poder. Samsung supone una quinta parte del Producto Interior Bruto de Corea del Sur.