El acuerdo alcanzado por el Reino Unido y la UE sobre la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda tras el brexit podría influir en el estatus del Peñ´ón.
Aún no se han publicado detalles sobre cómo se implementará el plan acordado por Londres y Bruselas para que se establezca una "frontera blanda" entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Pero es de esperar que Gibraltar,** cuya población es abrumadoramente contraria al brexit**, busque la mayor flexibilidad posible para poder mantener el status quo en su aduana.
Su ministro principal, Fabian Picardo, ya dejó claro esta semana que se unía a otras voces dentro del país, como la del alcalde de Londres, que pedían un trato especial para sus territorios.
Al otro lado de la frontera también están interesados en mantener la situación tal y como está. Un cambio podría ser dramático para la comarca de Campo de Gibraltar, pues del enclave británico depende un cuarto de su PIB, además de los 13.000 trabajadores transfronterizos que viven en España.
Todo un salvavidas para un territorio** en la provincia con más paro de España, Cádiz**.
La diplomacia española ha dejado el tema de la soberanía de Gibraltar aparte; una cuestión que ni se plantea para los llanitos, que en un 99 % quieren permanecer en territorio británico. En su último encuentro hace unos días May y Rajoy no trataron el tema del Peñón, uno de los pocos conflictos entre dos naciones que por lo demás tienen una buna relación.