EventsEventos
Loader

Find Us

InstagramFlipboardLinkedin
Apple storeGoogle Play store
PUBLICIDAD

Ni tener trabajo, ni hablar el idioma: "Nuestra comprensión de la integración es errónea"

Familiares de los autores de los ataques en Cataluña en Ripoll en 2017.
Familiares de los autores de los ataques en Cataluña en Ripoll en 2017. Derechos de autor REUTERS/Albert Gea
Derechos de autor REUTERS/Albert Gea
Por Marta Rodriguez MartinezNatalia Oelsner, Cristina Giner
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button
Copia/pega el link embed del vídeo de abajo:Copy to clipboardCopied

¿Trabajo, estudios, idioma? "Nuestra comprensión de la integración es errónea"

PUBLICIDAD

Un año antes de morir, la empresa en la que trabajaba Mohamed Hychami, de 24 años, destacaba su buena conducta en un informe. Su hermano Omar, 21 años, era correcto, educado y trabajador, según sus compañeros de trabajo. La dueña del bar situado cerca de dónde vivía Said Aallaa, 18 años, dice que era "un encanto". Moussa Oukabir, 17 años, jugaba al fútbol en la Escola Futbol Sala de Ripoll. Aficionado a la escalada, Houssaine Abouyaaqoub, 19 años, se ganaba la vida como repartidor de Kebab. Su hermano Younes, 22 años, era muy tímido y "nunca se metía en líos".

Estudios, trabajo, aficiones, amigos...Los jóvenes llevaban unas vidas aparentemente normales en la tranquila localidad de Ripoll (Gerona), de poco más 10 mil habitantes, hasta que sus nombres saltaron a los medios de comunicación como miembros de la célula terrorista que perpetró los ataques del 17 y 18 de agosto de 2017 en Cataluña, en los que fallecieron 16 personas.

Su perfil dista del de otros autores de atentados terroristas islámicos en 2017 en Europa en la edad, eran muy jóvenes, casi adolescentes, pero coincide en que no eran agentes externos a la sociedad que atacaron, sino que habían crecido en Cataluña.

"Lo que hemos visto de las experiencias de estos sujetos, de sus conversaciones que tenían grabadas, estamos observando que estos chicos integrados, que trabajaban, que estudiaban, y que aparentemente llevaban una vida normalizada, u homogénea con otros entornos sociales", explica a Euronews Chema Gil, codirector del International Security Observatory y responsable del Departamento de Análisis de Terrorismo y Seguridad Internacional.

Pero, la integración va más allá, defiende Moussa Bourekba, analista del Centro de Barcelona para Asuntos Internacionales (CIDOB):

“Si los autores de estos atentados han nacido o han sido criados aquí y acaban matando a sus propios conciudadanos, igual la concepción que tenemos de la integración es errónea”.

REUTERS/Albert Gea
La comunidad islámica Annour del presidente de Ripoll, Ali Yassine (C), y los familiares de los sospechosos de los atentados de Barcelona y Cambrils se reúnen con miembros de la comunidad musulmana local mientras participan en un mitin para denunciar el terrorismo frente al ayuntamiento de Ripoll, al norte de Barcelona, España, el 20 de agosto de 2017.REUTERS/Albert Gea

Hijos de Ripoll

En su colegio en Ripoll se les recuerdan como alumnos buenos y educados. Manuela Barrientos, que trabajaba allí y les conocía, pasó de la incredulidad inicial al dolor cuando se enteró de los atentados:

"Piensas: 'Le han lavado la cabeza, no sé qué han hecho'. Pero después cuando ves las imágenes, que va a un supermercado a comprar, y va tan fríamente y después va a matar a gente, te quedas... Cómo puede ser", explicaba a Euronews.

Lee: Ripoll, cuna de los terroristas, un año después

Las familias de los terroristas, procedentes de Marruecos, siguen viviendo en Ripoll. “Nadie vio nada raro. ¿Qué íbamos a ver? Claro que hablaba con el imán. Pero como hablaba él (señala a su hijo pequeño), como hablaban los demás chicos. Es lo normal”, relata el padre de Younes Abouyaaqoub en una entrevista para El País. "Se está diciendo estos días que era un chico normal. Yo digo que era más que normal. Era un chico estudioso, trabajaba, ganaba su sueldo y no se metía en problemas”.

Si por integración "entendemos alguien que está trabajando aquí, se está ganado la vida, habla nuestra lengua, frecuenta lugares absolutamente normales como discotecas, bares, participa en entidades culturales...estos chicos sí que tenían este perfil", asegura la concejala del Ayuntamiento de Ripoll, Montsina Llimos.

Llimos cree que su localidad no tenía las características de sociedad vulnerable a la radicalización: "Se consideraba como óptima la situación que teníamos aquí que no había guetos".

¿Por qué eligió entonces el imán Es Satty Ripoll como campo de reclutamiento? "Porque nadie pensaría en Ripoll, él pensó en Ripoll", asegura Llimos.

"No hay un perfil típico", explica Mohamed Sifaoui, experto en terrorismo argelino-francés. "Lo que vemos en España es que son los jóvenes nacidos en España que se han radicalizado en contacto con las personas que los han adoctrinado, o los nacidos en Marruecos, jóvenes marroquíes que fueron inicialmente completamente normales y que han emigrado a España se han puesto en una lógica comunitaria, pero se han encontrado con personas que les han manipulado, instrumentalizado y permitido que se radicalicen".

REUTERS/Youssef Boudlal
Familiares de Barcelona de Younes y El Houssaine Abouyaaqoub, y Mohammed y Omar Hychami son fotografiados en su casa familiar donde solían pasar sus vacaciones, tres días después de que una furgoneta se estrellara contra peatones en Las Ramblas de Barcelona, en la ciudad de Mrirt, Marruecos, el 20 de agosto de 2017.REUTERS/Youssef Boudlal

"¿Seguían siendo esos moritos o esos moros?"

Moussa Bourekba, de CIDOB, explica que hay varios niveles de integración. El primero es legal, tiene que ver con tener el lugar de residencia. El segundo, es económico: ir a la escuela, tener un trabajo, una vivienda...El tercero, es el que la sociedad "no aborda", tiene que ver con la propia percepción de pertenencia de la persona.

"Creo que al no tener en cuenta un criterio como este acabamos considerando la integración desde un punto de vista exterior: tenía un trabajo, practicaba deporte, hablaba catalán, pero no sabemos realmente que estaba pasando en su mente y al obviar esta dimensión los habitantes del pueblo se quedan con sorpresa".

Chema Gil dice que la integración, "o va acompañada de vinculación afectiva, de relación intensa con los valores ciudadanos del entorno en el que se vive", o es "tan solo aparente".

"¿Estos chicos de Ripoll que no vivían en un ambiente marginal, en realidad estaban vinculados afectivamente a ese entorno o seguían siendo esos moritos o esos moros?"

PUBLICIDAD

"¿Los demás te hacen sentir catalán?"

Sifaoui cree que hay un error en la interpretación de la integración. "Estamos integrados en una sociedad cuando estamos integrados en sus valores", señala. "No estamos integrados por lo que tenemos trabajo, porque tenemos vivienda y nos vestimos con jeans".

Para entender por qué se radicalizaron los chicos Ripoll, Bourekba dice que habría que hacerle dos preguntas a sus familiares o a otras personas de origen marroquí que todavía no se han planteado: "¿Tú te sientes catalán? ¿Los demás te hacen sentir catalán?"

“En el proceso de radicalización en algún momento tiene que haber una ruptura con la sociedad y para entrar en ruptura con la sociedad un individuo tiene que estar predispuesto a ello", concluye. Y es esta carencia la que utilizó el imán Es Satty para llegar a ellos.

Vídeos y entrevistas en Ripoll: Cristina Giner y Andrea Lolicato

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

Barcelona no olvida a las víctimas del atentado que paralizó la ciudad

Proyecto artístico en Suecia ofrece el empleo de "no hacer nada" para toda la vida

¿Cómo es la vida de un vendedor de cerveza pakistaní en Barcelona?