La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), después de realizar varias inspecciones en los puertos británicos entre 2011 y 2017 ha desvelado que un conjunto de importadores británicos hicieron uso de facturas ficticias y falsas.
Es la segunda vez que la Comisión Europea emite una advertencia contra el gobierno del Reino Unido. La Comisión alega que el Reino Unido evitó derechos de aduana y realizó importaciones fraudulentas de China como ropa y calzado.
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF, según sus siglas en francés) con sede en Bruselas, después de realizar varias inspecciones en los puertos británicos entre 2011 y 2017 desveló que un conjunto de importadores británicos hicieron uso de facturas ficticias y falsas.
Ayer la Comisión Europea comunicó al Reino Unido que estas irregularidades causaron una pérdida de 2.700 millones de euros al presupuesto de la UE y que deberán reembolsarlo.
El gobierno británico tiene ahora dos meses para responder a la comisión y cuando lo hagan, si es que lo hacen, la Comisión podrá remitir el caso a la Corte de Justicia Europea si no está satisfecha con la respuesta por lo que el gobierno británico podría ser denunciado y multado.