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En gráficos: ¿Por qué Bruselas dijo no al proyecto de presupuesto italiano?

Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros.
Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros. Derechos de autor REUTERS/Vincent Kessler
Derechos de autor REUTERS/Vincent Kessler
Por Emma BeswickMarta Rodríguez Martínez, Rafa Cereceda
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En un paso sin precedentes, la Unión Europea solicitó el martes que el gobierno endeudado de Italia revise su proyecto de presupuesto para 2019, la primera vez que se hace una solicitud de este tipo a un Estado miembro de la UE.

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En un paso sin precedentes, la Unión Europea solicitó el martes al Gobierno de Italia que revise su proyecto de presupuesto para 2019, la primera vez que se hace una solicitud de este tipo a un Estado miembro.

Según la normativa europea, Italia dispone ahora de tres semanas para presentar un presupuesto revisado o se enfrentaría a la apertura de un "procedimiento de déficit excesivo", que podría dar lugar a sanciones financieras del 0,2% del PIB en teoría (o 3.400 millones de euros sobre la base de las cifras de 2017).

Esto pone al ejecutivo de Giuseppe Conte y a la Comisión Europea en una situación que podría tener graves consecuencias para la economía italiana y, en consecuencia, para el resto de Europa.

¿Cuáles son los problemas de la Comisión con el presupuesto?

A finales de septiembre, el Gobierno italiano de coalición dijo que planeaba un nivel de déficit del 2,4% del producto interior bruto (PIB) para el próximo año, triplicando el objetivo del Ejecutivo anterior. Añadió que el déficit se mantendría en esta cifra hasta 2021.

El anuncio suscitó las críticas de los funcionarios de la Comisión Europea, y Bruselas argumentó que, si bien el déficit previsto no supera el límite máximo del 3% de la UE, la diferencia entre el 1,8% establecido por el Gobierno anterior y el 2,4% nunca se había producido en la historia de las normas presupuestarias de la UE.

A pesar de la advertencia, el líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, se mantuvo desafiante, comprometiéndose a no dar marcha atrás "ni un milímetro".

Bruselas dijo que el plan de gastos del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, prevé un aumento del 1,5% en el déficit de Italia, pero se opuso a ello y dijo que era más probable que la cifra fuera del 0,4%.

El plan descarrila la consolidación de la deuda

Algunos miembros de la Comisión Europea temen que el plan fiscal de Italia desbarate la reducción de la deuda del país.

La deuda italiana es la segunda mayor de la eurozona, con un total de 2,3 billones de euros, siendo Grecia el único país que supera esta cifra.

Las deudas de Italia han llevado anteriormente a Bruselas a pedir a Roma que trabaje para equilibrar sus cuentas.

En su rechazo del proyecto, el vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario europeo del Euro y de Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, dijo que Italia corría el riesgo de quedar atrapada por la deuda y afirmó que, en 2017, Italia gastaba el mismo en su deuda que en educación.

"Incumplimiento particularmente grave de la política presupuestaria"

La semana pasada, la Comisión envió una carta al ministro de Hacienda italiano, Giovanni Tria, en la que afirmaba que el proyecto parecía mostrar "un incumplimiento especialmente grave de las obligaciones de política presupuestaria establecidas" en la normativa europea.

En respuesta, el ministro de Finanzas, Giovanni Tria, dijo que Roma planea adherirse al borrador, llamando a la decisión de aumentar el gasto "difícil aunque necesario", en una carta a la Comisión Europea, publicada el lunes.

Culpó de la "difícil situación económica a la que se enfrentan los sectores más pobres de la sociedad italiana", así como de la lentitud del crecimiento económico.

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