La carta abierta de Macron se convierte en blanco de las críticas de toda la oposición. El envite de los chalecos amarillos intenta ser reconducido por el presidente francés que llama a convertir la ira en propuestas.
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El envite de los chalecos amarillos intenta ser reconducido por el presidente francés que llama a convertir la ira en propuestas
En su carta, el presidente llama a los ciudadanos a que haya "la mayor participación posible" en ese debate, que aclara que "no será ni unas elecciones ni un referéndum".
Macron ha puesto unos límites en los dice que no piensa transigir, en especial la supresión del impuesto sobre la fortuna, una decisión que tomó al principio de su mandato y que ha sido una de las más impopulares.
¿Hay que hacer el voto obligatorio?, ¿qué propone para mejorar la inmigración en nuestra nación?, ¿qué proposiciones concretas haría para acelerar nuestra transición medioambiental?, o ¿qué impuestos hace falta bajar como prioridad? son algunas de las preguntas que plantea el jefe de Estado francés.
Macron propone 35 cuestiones para el debate estructuradas en cuatro ejes: fiscalidad, organización del Estado, transición ecológica, y democracia y ciudadanía.
Algunode los representantes de los chalecos amarillos han dicho que la carta pero no abordar la pérdida del poder adquisitivo dela mayoría de los franceses.
También aseguran que no reconoce "la urgencia" de las preocupaciones de los trabajadores con ingresos bajos y de los jubilados.
El presidente francés participará en sendos debates con alcaldes este martes -día que se abre oficialmente la consulta- en Normandía y el viernes en Occitania .