El paso del tiempo comienza a hacer mella en el rescate de Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo hace 10 días en el sur de España. Los equipos de salvamento se han visto obligados a explicar, una vez más, que los continuos reveses en su tarea son normales sin estudios previos del terreno.
El monte es traicionero en Totalán, la localidad malagueña, en el sur de España, en la que hace diez días un niño de dos años cayó a un pozo estrecho y profundo. Desde entonces, los equipos de salvamento han tratado sin éxito de llegar hasta el pequeño y todas sus previsiones se han visto retrasadas. Anoche, con la moral por los suelos, explicaron por qué debían volver a horadar la galería de rescate que tanto trabajo costó realizar y que ya habían comenzado a encamisar:
"Y cuando se llevaban introducidos 42 metros de tubería, aparecieron importantes discontinuidades en las paredes de la galería vertical... Estas discontinuidades o irregularidades son completamente habituales en este tipo de perforación y en esta tipología de materiales geológicos con los que nos encontramos. Y estas discontinuidades impidieron que siguiéramos realizando la operación de encamisado", explicaba Ángel García Vidal, delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga.
Desde que el mundo se detuvo en Totalán el pasado 13 de enero, los equipos de salvamento han realizado una labor titánica teniendo siempre en mente al pequeño:
"Siempre hemos tratado de llegar a él lo antes posible en medio de una situación extrema e inédita... Nos encontramos además con una magnitud de trabajo impresionante. Estamos hablando de que se han movido más de 40.000 toneladas de tierra en estos pocos días", contaba Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, delegado del Gobierno en Andalucía.
Pero no es el terreno, sino el paso del tiempo el peor enemigo de un rescate de resultado incierto y que tiene en vilo a todo un país. Si todo sale como previsto, un equipo de mineros asturianos comenzará este miércoles a excavar a mano el tramo final de la galería de rescate para llegar hasta donde se cree que está Julen, a unos 80 metros de profundidad.