El escenario flotante del Festival de Bregenz, en Austria, acoge por primera vez en sus 73 años de historia, la ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi.
Pasión, engaño y venganza, sobre las aguas del Lago Constanza. El escenario flotante del Festival de Bregenz, en Austria, acoge por primera vez en sus 73 años de historia, la ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi.
PUBLICIDAD"Este estreno es un reto muy especial ya que estamos tratando de incluir pequeñas partes de cada una de las producciones, como si fueran "aperitivos". Esta idea hizo que toda la concepción fuera muy divertida para nosotros", cuenta Elisabeth Sobotka, directora del Festival.
El anfiteatro cuenta con 7.000 asientos y es el escenario más grande del mundo levantado sobre el agua. Para el director escénico, que es alemán, montar una producción artística en un lugar como éste presenta muchas complicaciones.
"Bueno, lo primero de todo es que el nivel del agua varía extremadamente, incluso en verano. Hay que tener en cuenta el oleaje y el viento. La naturaleza crea mucho problemas técnicos y de seguridad", afirma Philipp Stölzl.
Para Stölzl, que ha trabajado con grupos como Rammstein y con artistas como Madonna o Mick Jagger, la ópera Rigoletto habla del comportamiento depredador de lo hombres. "Rigoletto es muy actual, es la ópera perfecta para el movimiento Metoo. Trata del abuso de poder de un hombre, el Duque de Mantua, que está por encima de todos. Se acoge al derecho de pernada, por lo que reclama sexualmente a todas las mujeres de su alrededor. Es un mundo de hombres. Básicamente trata de eso", dice el director escénico.
En un lugar de... Austria
Otro de los grandes hitos del festival es la ópera Don Quijote, del compositor francés Jules Massenet, que estrenó su pieza en la ópera de Monte Carlo en 1910. Las entradas se venden a la velocidad de la luz. El 90% de los 192.000 tickets ya tiene dueño. El festival termina el 27 de agosto.