La pandemia de la COVID-19 ha sacudido como un terremoto las formas de entender la vida y la muerte en España. El coronavirus y las estrictas medidas para combatirlo no solo han robado a muchas familias la posibilidad de dar un último adiós a sus mayores, sino también...
La pandemia de la COVID-19 ha sacudido como un terremoto las formas de entender la vida y la muerte en España. El coronavirus y las estrictas medidas para combatirlo no solo han robado a muchas familias la posibilidad de dar un último adiós a sus mayores, sino también de auxiliarles cuando son llevados al hospital, de acompañarles en una situación inédita que viven con angustia y en soledad.
Para romper ese aislamiento y respetándolo al mismo tiempo, el hospital POVISA de Vigo ha instalado un sistema gratuito de videoconferencia en todas las habitaciones con enfermos de la Covid-19. Gracias a estas pantallas, la estancia en el centro médico es más llevadera.
"Pues es una cosa muy buena para quienes estamos aquí. No pueden recibir visitas, pero hablas con ellos. Los ves y además puedes hablar con ellos. Con esto del virus y todo eso pues mucho mejor, porque no se puede salir a ningún lado y por lo menos hablas con la familia", afirmaba un paciente.
Este sistema pionero en España permite llamadas ilimitadas e incluso grupales a los enfermos, que pueden pasar semanas ingresados sin saber si superarán o no la enfermedad.
En otros hospitales, estas circunstancias excepcionales de aislamiento agudizan el dolor de familiares y amigos en caso de fallecimiento. Jorge Rivera, portavoz del Hospital Severo Ochoa, lo resume así:
"Además del dolor de perder a un ser querido, está la tristeza de no poder despedirse. Es una tragedia para estas familias y sucede todos los días en nuestros hospitales. Lo único que tenemos para tratar de consolar a estos pacientes son nuestras palabras".
Palabras que iluminan rostros a uno y otro lado de las pantallas en esta época oscura que nos ha tocado vivir.