Algunos ciclistas han mostrado su temor por la proximidad del público en algunas etapas. La organización hace pruebas regularmente. Dos casos positivos y todo el equipo quedaría afuera. Hasta ahora, nadie ha sido enviado a casa.
El Tour de Francia ha llegado a la ciudad de Lyon, en una de las actuales zonas rojas de la pandemia en el país, donde se han registrado cientos de nuevos casos.
El comité organizador del evento implementó medidas preventivas para la seguridad de los ciclistas, exigiendo una distancia mínima de dos metros entre el público y la carretera, el uso obligatorio de la mascarilla y la prohibición de interactuar con los competidores.
El público acató las normas aunque la distancia social recomendada por las autoridades fue para muchos difícil de mantener. No obstante, la jornada transcurrió sin altercados.
"Por supuesto que estamos encantados con el evento. Queremos expresarnos, gritar, cantar y salir de esta atmósfera que a veces es un poco pesada", dijo un asistente a Euronews.
La vuelta en dos ruedas a Francia es una competición muy apreciada por los franceses, pero este año ha sufrido grandes limitaciones por la propagación del coronavirus, que aún no tiene vacuna.
Algunos ciclistas han mostrado su temor por la proximidad del público en algunas etapas. La organización hace pruebas regularmente: dos casos positivos y todo el equipo está fuera. Hasta ahora, nadie ha sido enviado a casa.
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El tour ahora está en ruta hacia los Alpes. El lunes será un día de descanso y para hacer otra ronda de pruebas Covid a los ciclistas. La alerta sigue siendo alta puesto que la pandemia está empeorando de nuevo en Francia.