La erupción del volcán Sangay provoca graves daños en Ecuador. Alrededor de 80.000 hectáreas de cultivos han quedado dañadas por la ceniza, que además pone en peligro la alimentación del ganado y podrían contaminar el agua potable
PUBLICIDADLa erupción del volcán Sangay sigue iluminando la noche en Ecuador. El gigante del Amazonas ha emponzoñado con su nube de cenizas decenas de miles de hectáreas de cultivos en seis provincias del país. No solo los agricultores, también los ganaderos sufren los efectos desastrosos del aumento de actividad del volcán, que ha experimentado su erupción más fuerte en casi 400 años.
Eudoro Correa trata de salvar sus cultivos, soplando aire con una máquina sobre las plantas para retirar parte de la ceniza. Toda su vida está en Cebadas, una población de la provincia de Chimborazo, donde la lluvia de material volcánico ha cubierto 17.000 hectáreas.
"Ya son 2 veces -se lamenta-. La vez anterior perdimos aquí alrededor de 6000 dólares y, como producimos también leche, el ganado está también bastante afectado".
"Lo que estamos haciendo es, primeramente, sacando las cenizas de la plantación y luego estamos mandando agua para poder salvar un poco más la planta", cuenta, enfundado en un traje que le cubre todo el cuerpo y el rostro.
80.000 hectáreas de cultivos dañados
Se calcula que, en todo el país, hay unas 80.000 hectáreas de cultivos dañados. Defensa Civil llamó el lunes a la población a cubrir los depósitos de agua para evitar que se contaminen con el polvo volcánico. La otra urgencia es dar de comer al ganado.
La erupción ha sido un nuevo golpe para el tejido productivo, ya de por sí muy afectado por la pandemia de coronavirus, que ha dejado más de 11.000 muertos en Ecuador.
El volcán Sangay, situado en el sur, cerca de Perú, es uno de los más activos del país. El domingo, el aeropuerto de Guayaquil quedó paralizado durante siete horas, hasta que consiguieron retirar las 20 toneladas de cenizas que cubrían las instalaciones.