El grupo apunta a conquistar nuevos territorios en el país mientras Estados Unidos continúa con su retirada militar.
Una nueva escalada de violencia en Afganistán tras el asalto de los talibanes a la ciudad de Qala-e-Naw, la capital de la provincia de Badghis.
El grupo apunta a conquistar nuevos territorios en el país mientras Estados Unidos continúa con su retirada militar.
Qala-e-Naw fue tomada parcialmente este miércoles por los talibanes, tras colapsar la defensa montada por las fuerzas de seguridad afganas.
Esta es la primera capital provincial en ser atacada y parcialmente invadida por los talibanes desde que el año pasado firmaron con Estados Unidos en Doha un acuerdo para encontrar una salida a dos décadas de guerra.
Tras horas de enfrentamientos, el Gobierno de Kabul aseguró que está recuperando el control de Qala-e-Naw, mientras sus tropas se enfrentan a los insurgentes, que se han hecho fuertes en distintas partes de la ciudad.
"Qala-e-Naw de Badghis está libre de terroristas. El Ejército nacional afgano despejó los edificios de la sede de la policía provincial, la dirección Provincial de Seguridad Nacional, el edificio de la prisión", indicó en un comunicado el Ministerio de Defensa afgano.
De acuerdo con el Gobierno, "los terroristas están huyendo de la ciudad y en las próximas horas todas las partes de la ciudad serán despejadas de la presencia de los talibanes".
La arremetida de los talibanes, que tiene lugar mientras el Gobierno de Afganistán intenta avanzar en las negociaciones de paz con ellos, fue condenada por el presidente afgano, Ashraf Ghani, que les acusa de preferir la guerra.