El tono rosa viene del sulfito de sodio, un conservante antibacteriano utilizado para preservar los langostinos para su exportación.
El color rosa adquirido por la Laguna de Corfo, en la Patagonia argentina, enciende las alarmas de vecinos y ambientalistas.
Esta coloración se debe a los químicos de desechos industriales, volcados por empresas pesqueras. El tono rosa viene del sulfito de sodio, un conservante antibacteriano utilizado para preservar los langostinos para su exportación.
Los residentes afectados denuncian malos olores y proliferación de insectos.
Estos desechos industriales contaminan las napas del río Chubut y las aguas de ciudades de la región. Los ambientalistas acusan al Gobierno provincial de Chubut de "desidia" y dicen que en lugar de controlar, autorizan "el envenenamiento de la gente".