Hasta ahora ya se han desactivado más de 100 000 minas sin detonar y varios equipos extranjeros comenzarán a trabajar a partir de este lunes en diferentes regiones del país para ayudar en esta tarea
En la región de Járkov, al este de Ucrania, un equipo de desminado está peinando la zona, que acaba de abandonar el Ejército ruso, buscando minas sin detonar; aunque los combates continuan en los alrededores.
Según la viceministra del Interior ucraniana, Meri Akopya, Ucrania necesitará al menos entre 5 y 7 años para limpiar su territorio; hasta ahora ya se han desactivado 114 000 artefactos explosivos, entre ellos unas dos mil bombas aéreas.
Pese al riesgo que suponen estos explosivos sin detonar, algunos residentes regresan a sus hogares como este jubilado, Anatoli.
"Bueno, decidí que podía arriesgarme, venir aquí y ordenar un poco la casa. Eso es todo. Llegué aquí hace dos días. Ya no prestamos atención al sonido de los bombardeos. Ahora cuando lo oímos sabemos lo que es. Ahora sé lo que significa el calibre 122, lo que significa el calibre 152... Y el calibre 155, es algo nuevo", explica Anatoli en un tono distendido.
Pero otros civiles viven esta guerra con más ansia y temor como destaca Anton, miembro de un equipo de desminado.
"Ahora también tenemos que ser un poco psicólogos. La situación es estresante para la gente, algunos necesitan ayuda para calmarse, les das un vaso de agua y la persona se calma. Muchos sólo necesitan alguien con quien hablar".
Varios equipos extranjeros se encuentran ya en Ucrania para ayudar en el desminado y a partir de este lunes comenzarán a trabajar en diferentes regiones del país. Meri Akopyan señaló, además, que se ha creado un centro internacional de desminado humanitario, cuyo objetivo, entre otros, es atraer la ayuda internacional, tanto profesional, como técnica y financiera.
El Gobierno ucraniano estima que unos 300 000 kilómetros cuadrados de territorio están contaminados.