Ucrania: visita a una ciudad del Donbás dividida entre pro y antirrusos

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Estamos en Kostiantynivka, una típica ciudad del Donbás, con sus sus fábricas metalúrgicas, otrora prósperas.

Aquí cerca de la línea de frente en la guerra entre Rusia y Ucrania, la población mayoritariamente rusófona de la autoproclamada república separatista está dividida.

Para ellos, la confrotación dura ya 8 años con los combates entre el Ejército ucraniano y los separatistas prorrusos.

En este barrio prorruso el suministro de agua está cortado desde hace un mes y los residentes tienen que utilizar un pozo que uno de los vecinos ha puesto a su disposición.

El resentimiento hacia Kiev se expresa en las calles como demuestra el testimonio de este mecánico.

"El Gobierno ucraniano nos ha olvidado durante 30 años, desde la independencia. Ha destruido todas las fábricas. Teníamos 20 y ahora solo quedan 5 o 6".

Esta mujer lamenta también tiempos pasados:" Vivíamos bien bajo la Unión Soviética, nuestros padres tenían trabajo... vivíamos sin ningún problema".

En otro barrio, al otro lado la ciudad, que antes de la guerra contaba con 70 000 habitantes, los escombros de una escuela bombardeada por los rusos muestran que aquí no se comparte la simpatía con Moscú. Los antiguos mineros que han venido a limpiar los escombros rumian su incomprensión.

"Los que esperan a los rusos, es mejor que hagan las maletas y tomen un tren a Moscú. Esto es Ucrania. Este es mi país", clama uno de ellos.

Los dos bandos enfrentados, se reunen, sin embargo, cada domingo en una pequeña iglesia ortodoxa.

"Los que piensan con la antigua mentalidad, esperan a que alguien se ocupe de ellos. Los ucranianos que miran hacia Europa, piensan en el futuro, en el país que quieren dejar a sus hijos", sentencia el padre Vitalii que oficia en este iglesia.

Y mostrando clamente de que lado está, el padre Vitalii reviste su habito verde para ir al frente y ofrecer su apoyo a los soldados ucranianos.