La anulación por parte del Tribunal Supremo del caso Roe contra Wade obliga a muchas mujeres a viajar a otros estados para poder interrumpir sus embarazos.
PUBLICIDADCuando Monica Eberhart, de 23 años y madre de tres hijos, se enteró de que estaba de nuevo embarazada, decidió que el aborto era su mejor opción.
Pero llevarlo a cabo no iba a ser una tarea sencilla. Monica vive en Ohio, y en este estado, tras la controvertida anulación por parte del Tribunal Supremo del caso Roe contra Wade, no se permite abortar pasadas las seis semanas.
Monica, no obstante, lo tenía claro: "Tengo que hacerlo", decía desde su casa en Dayton. "No puedo esperar. He puesto todo en espera sólo para conseguir tener controlado este asunto. Y no puedo, absolutamente no puedo permitirme otro bebé ya sea financiera o mentalmente".
Por esa razón, Monica decidió viajar 200 kilómetros hasta Indianapolis, Indiana, donde los abortos están permitidos hasta las 13 semanas de embarazo, por ahora. Los legisladores de este estado aprobaron recientemente la prohibición de casi todos los abortos. Monica llegó a tiempo, antes de que la ley entrara en vigor.
"Hemos atentido a pacientes de todo el país", confirma desde la clínica Women's Med de Indianapolis la doctora Katie McHugh. "El doble de pacientes que antes".
Women's med se enfrenta irremediablemente a un posible cierre a partir del 15 de septiembre, una vez que la prohibición sea un hecho en Indiana. Su personal asegura que seguirá trabajando hasta entonces para ayudar a tantas pacientes como sea posible.
"Para mí, como dije, si puedo ayudar a alguien más con mi historia, entonces realmente espero haberlo hecho", explicaba Monica finalizado el proceso, ya de vuelta en su casa. "En realidad no sabía qué demonios iba a hacer con mi situación hasta que vi una historia sobre una chica y me dije: 'eso es lo que voy a hacer'".