Este año las fiestas en la capital de Rusia no contarán con fuegos artificiales ni grandes conciertos callejeros.
PUBLICIDADSe acerca la Navidad y con ella las tradiciones de las diferentes ciudades. En la Plaza Roja de Moscú, la famosa pista de hielo está ya lista para el disfrute de miles de rusos que, este año, vivirán unas fiestas un tanto especiales. Ni las luces ni la música pueden hacer olvidar que el país está en guerra.
Algunos moscovitas encuentran apropiada esta puesta en escena. Al fin y al cabo, la Navidad está para olvidar lo malo.
"Incluso durante la Gran Guerra Patriótica (la Segunda Guerra Mundial), la gente iba al teatro y descansaba", recuerda Nadezha. "Todo se creó para los niños".
"Es un momento difícil para todos", reconoce por su parte Nikolay. "En muchas familias, los maridos e hijos han sido reclutados, y necesitan relajarse para sentirse bien".
"Esperemos ganar, y que la guerra termine lo antes posible" añade Irina. "Que todos nuestros chicos vuelvan sanos y salvos y que haya paz en el mundo". Otro entrevistado, Anton, tiene una opinión muy similar: "Esperamos lo mejor, que acabe el conflicto, que todos nuestros compañeros militares vuelvan sanos y que haya una resolución pacífica".
Cabe destacar que este año no habrá lanzamientos de fuegos artificiales y que los conciertos callejeros se verán reducidos sensiblemente, como se encargaba de anunciar el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin.
Pero la pista de la Plaza Roja permanecerá inamovible a los acontecimientos, con campeones olímpicos como Viktoria Sinitsina, Nikita Katsalapov o Kamila Valieva haciendo las delicias de los asistentes. El show, ya se sabe, debe continuar.