Kiev pide más armas, considera que sus fuerzas pueden defender a Europa y ve en el intento de rebelión de los mercenarios de Wagner una humillación para el Kremlin.
Las fuerzas ucranianas pueden proteger a Europa de los rusos, pero necesitan más armas. Ese es el mensaje que lanzó el sábado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el día en que el líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, encabezaba una revuelta contra el presidente Putin.
La presidencia ucraniana considera que el jefe del grupo de mercenarios rusoshumilló al Kremlin y evidenció el desgaste del poder del presidente Vladímir Putin, pese a su renuncia a avanzar sobre Moscú tras negociar su retirada con Bielorrusia.
Kiev pide cazas F-16 y sistemas de misiles tácticos del ejército (ATACMS), asegura el presidente."Y cuando pedimos que nos den los cazas F-16 o los ATACMS, estamos mejorando nuestra defensa común. Una defensa real. Esto es lo que se necesita. Ahora es el momento de proporcionar todas las armas necesarias para esa defensa" , aseguraba Zelenski.
Aunque Ucrania ha liberado ocho pueblos, el progreso de las fuerzas ucranianas ha sido lento en las últimas dos semanas.
En una entrevista concedida al diario británico The Guardian, el comandante de las fuerzas terrestres de Kiev, Oleksandr Syrskyi, admitió que "la situación es difícil" y que el camino puede ser largo mientras las tropas ucranianas buscan puntos débiles en las defensas enemigas, que han sido muy difíciles de "penetrar".
Pero afirmó que la fuerza principal de Kiev aún no se ha comprometido en la contraofensiva en curso.