Nada aplaca la violencia en Francia, que ha vivido una tercera noche de distubios con cientos de detenidos tras la muerte de un adolescente por disparos de un policía.
PUBLICIDADTercera noche de violentos disturbios en Francia, tras la muerte de un joven de 17 años por disparos de la policía. Una noche marcada por daños en edificios públicos, saqueos y enfrentamientos esporádicos que ha acabado con más de 400 detenidos y 249 policías y gendarmes heridos.
El policía, que disparó al adolescente cuando intentaba escapar de un control policial, ha sido suspendido y está en prisión preventiva, lo que por el momento no ha servido para aplacar la violencia.
Los disturbios se han ido extendiendo por Francia, pese a la presencia de 40 000 policías en las calles. En algunas zonas se decretó un toque de queda nocturno. La revuelta ha contagiado incluso a la vecina Bélgica.
En Nanterre, en los suburbios de París, donde murió el joven Nael y que se ha convertido en epicentro de la protesta, durante la noche fueron lanzadas granadas y cohetes.
Horas antes, miles de personas habían participado en una marcha blanca en memoria del adolescente fallecido, que también acabó en enfrentamientos.
Macron al frente de una célula de crisis
El presidente francés, Emmanuel Macron, va a acortar su presencia en la cumbre europea de Bruselas, para regresar a País y ponerse al frente de una célula de crisis interministerial.
El jueves por la mañana, Macron, que calificado la violencia de "injustificable", ya había tomado parte en una primera reunión de crisis con los ministros y directores de la administración en el ministerio del Interior.