Ha lanzado misiles y drones contra Odesa y Mikolaiv y ha anunciado la suspensión del acuerdo con Kiev de exportación de grano.
Este es el resultado de lo que Rusia ha definido como una gran ofensiva de represalia por el ataque ucraniano contra el puente que une la anexionada Crimea con su territorio.
Ataques contra Odesa y Mikolaiv
Moscú ha lanzado drones contra dos ciudades portuarias enemigas, Odesa y Mikolaiv, desde donde tradicionalmente partían cargueros llenos de grano. Kiev asegura que consiguió derribar seis misiles y veintiún drones en la región de Odesa. Aunque los escombros dañaron varias viviendas y parte del puerto, dejando al menos un herido.
Rusia, por su parte, mantiene que ha golpeado todos sus objetivos, destruyendo las instalaciones donde fueron preparados los ataques con barcos no tripulados, así como depósitos de combustible en Mikolaiv empleados por el ejército ucraniano.
La amenaza velada rusa
Mientras, en el puente de Kerch prosiguen las largas colas de turistas rusos para entrar o salir de la península de Crimea. El ataque de este lunes dejó uno de sus carriles inoperativo.
El Kremlin ha asegurado que reparar esta estructura de 19 kilómetros de longitud costará un mínimo de catorce millones de dólares. También ha anunciado la suspensión del acuerdo con Ucrania para la exportación de cereal. Y ha advertido veladamente a Kiev que es arriesgado continuar enviando grano sin garantías de seguridad rusas.