Es la primera vez que Pyongyang reconoce haber detenido al soldado. En respuesta, Estados Unidos ha pedido el regreso de King y asegura temer por su seguridad.
Corea del Norte ha confirmado la detención del soldado estadounidense Travis King, que ingresó ilegalmente a su territorio en julio.
La agencia oficial de noticias norcoreana dice que King huyó al Norte buscando refugio por "maltrato inhumano y la discriminación racial" en el Ejército estadounidense.
Estados Unidos dice que busca repatriar al soldado y asegura que no ha podido verificar que éste pidiera asilo en Corea del Norte, como afirma Pionyang.
La Casa Blanca dijo este jeves que teme por la seguridad del soldado de 23 años y que lo quiere de regreso.
"Cualquier dato que venga de Pionyang hay que tomarlo con escepticismo. Es de Kim Jong-un de quien estamos hablando, así que no le damos mucha credibilidad", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, en una rueda de prensa. También recalcó que el Gobierno de Joe Biden quiere saber "dónde se encuentra y bajo qué condiciones está" el soldado.
Previamente, un funcionario del Pentágono había declarado que "la prioridad" de la diplomacia estadounidense es llevar a King a casa y que lo está intentando "a través de todos los canales disponibles".
King cruzó el pasado 18 de julio la Línea de Demarcación Militar y entró en territorio norcoreano mientras realizaba una visita a la Zona de Seguridad Conjunta (JSA), en el corazón de la frontera entre las dos Coreas.
Corea del Norte no ha dado información sobre cómo planea tratar a King, pero dijo que el soldado admitió que había entrado "ilegalmente" al país.