Georgia solicitó el estatus de país candidato a la Unión en marzo de 2022, junto con Ucrania y Moldavia, pero de momento va por detrás de estos países en sus progresos.
PUBLICIDADLas puertas de la Unión Europea están abiertas de par en par para Georgia, pero hay que ganarse el estatus de candidato.
Así lo ha recordado Josep Borrell durante su primera visita oficial a este país. El alto representante de la Unión para Asuntos exteriores evalúa los avances hechos por Georgia en los famosos 12 puntos, las reformas necesarias para "europeizar" las leyes e instituciones georgianas. Y las conclusiones no son positivas.
"El estatus de candidato no es algo a lo que los países tengan derecho. Hay que ganárselo", recordaba el funcionario español. "Hay que ganárselo mediante reformas serias y la adhesión a los valores de la Unión Europea. Y para ser franco, aún queda bastante trabajo por hacer".
Georgia solicitó el estatus de país candidato a la Unión en marzo de 2022, junto con Ucrania y Moldavia, pero de momento, lamenta Bruselas, va por detrás de estos países en sus progresos.
Incómoda división política
Entre otras cosas, la Unión culpa al partido gobernante, Sueño Georgiano, de estar siguiendo una postura prorrusa. El pasado mes de marzo tuvieron que ser las protestas ciudadanas las que frenaran la puesta en marcha de una polémica ley de agentes extranjeros, inspirada en la rusa, para controlar a los medios y las oenegés.
Lo cierto es que el panorama político georgiano presenta una clara división con la que es difícil avanzar. Y es que la presidenta georgiana, Salome Zurabishvili, expresa claramente sus opiniones favorables a la UE, pero representa a la oposición parlamentaria.
A principios de este mes realizó un viaje por la UE, en el que se reunió con diversos funcionarios y líderes a los que supuestamente intentó convencer de que dieran una oportunidad a Georgia. Pero esta gira no había sido aprobada por el Gobierno, y el partido gobernante Sueño Georgiano incluso amenazó con destituirla.