El Ministerio de Defensa israelí ha ordenado a 28 comunidades, que se encuentran a menos de 2 kilómetros de la frontera (la llamada línea azul controlada por la ONU) con el Líbano, a evacuar la zona. Más del 60 % de la población residente en el lugar, ya se ha marchado.
En el norte de Israel, los habitantes de los pueblos más cercanos a la frontera con el Líbano se preparan para lo peor. Por eso muchos se están marchando a Jerusalén.
El Ministerio de Defensa israelí ha ordenado a 28 comunidades, que se encuentran a menos de 2 kilómetros de la frontera (la llamada línea azul controlada por la ONU) con el Líbano, a evacuar la zona. Más del 60 % de la población residente en el lugar, ya se ha marchado.
Uno de los residentes en la zona ha decidido quedarse, pero ha enviado a su familia a un sitio seguro.
"Nos quedamos aquí, estamos protegiendo nuestro hogar. ¿Qué otra cosa vamos a hacer?", declara un residente de la localidad de Arab al-Aramshe.
Desde el comienzo de la guerra, la tensión en la zona ha crecido. Las bases militares están fuera del alcance de las cámaras, pero la movilización de tropas israelíes es masiva. Ahora, hay ataques diarios de las facciones libanesas de Hizbulá, como advertencia contra una invasión terrestre total, por parte de Israel, de la Franja de Gaza.
Un reservista, que se encuentra en una gasolinera, es uno de los pocos soldados dispuestos a hablar.
"Llegamos al norte con muchísimos soldados. Se trata de una auténtica guerra. La fuerza desplegada hoy día es una fuerza que no había conocido nunca, hasta ahora", afirma Aaron Maruani, reservista del ejército israelí.
En la cercana ciudad de Shelomi, el nivel de ansiedad ha alcanzado un nuevo pico, para aquellos que aún esperan ser evacuados. Smulik Asher y Galit Asher Elbaz están muy nerviosos. Aseguran que no duermen, que cada ruido les sobresalta. Temen por sus hijos.
Desde el comienzo de la guerra, hace 10 días, han estado expuestos a un gran número de lo que ellos llaman ‘terroristas cruzando la frontera’.
"Por aquí está mi casa. Tengo miedo de volver a casa. No tiene sentido que tenga miedo de volver a casa", señala Smulik Asher.
"Estamos a menos de un kilómetro del Líbano. El muro está justo detrás de mí. La gente de la zona tiene sentimientos encontrados. Algunos están decididos a quedarse, otros a marcharse. Pero, en lo que todos están de acuerdo, es en que esta guerra se extenderá al norte de Israel", concluye la corresponsal de Euronews en el norte de Israel, Valérie Gauriat.