En varias ciudades de Europa se suceden las manifestaciones, unas pidiendo la liberación de los rehenes israelíes y otras el fin de los ataques sobre Gaza.
PUBLICIDADEran en total 230 asientos vacíos, representando los rehenes tomados por Hamás. Pero el número de sillas sin dueño en la concentración de este domingo en Ginebra resultó no ser el definitivo, ya que ese mismo día la cifra oficial de rehenes subió a 239.
El portavoz de las Fuerzas de IsraeI recuerda igualmente que otras 40 personas siguen en paradero desconocido desde el pasado 7 de octubre.
Sacha Levi, coorganizador de la concentración, recordaba ante el edificio de Naciones Unidas la necesidad de que "exijan públicamente y al mundo entero que los liberen inmediatamente, que liberen a nuestros 230 rehenes. Son los rehenes del mundo entero, no solo de Israel".
Desde Egipto, el fiscal de la CPI, Karim Khan, pidió "la liberación inmediata de todos los rehenes tomados de Israel y su regreso sano y salvo con sus familias", recordando que la toma de rehenes "representa una gran violación de las Convenciones de Ginebra" y un "delito específico según el Estatuto de Roma".
En Atenas también hubo recuerdo para los rehenes isralíes, en una manifestación de unas pocas decenas de personas. A la misma hora, también en la capital griega, unas 15 000 personas marchaban hacia la embajada israelí en protesta contra los ataques de este país a Gaza.
Y es que en Europa son actualmente más y más numerosas las manifestaciones propalestinas. Las movilizaciones de este domingo en Madrid, Lisboa o la Haya son tan solo algunos ejemplos del posicionamiento de muchos sobre un conflicto que mantiene polarizada no solo la política de Oriente Medio, sino también en buena medida a la sociedad europea y mundial.
Desde Israel, su ministro de Defensa, Yoav Gallnd, negaba este domingo las afirmaciones de que Hamás estaría dispuesto a intercambiar todos los rehenes por prisioneros palestinos detenidos en cárceles israelíes, tildando estas afirmaciones de meros "juegos psicológicos". "Si fuera tan fácil, no habría problema", aseguraba el ministro. "Si las condiciones fueran así, ocurriría mañana por la mañana. Pero las condiciones no son esas"., dijo Gallant, que se reunió ese mismo día con las familias de los rehenes.