En Irlanda, el aumento de la extrema derecha preocupa tras los disturbios en Dublín por apuñalamientos. La inmigración es el foco: crecimiento poblacional, crisis de vivienda y opiniones divididas sobre su impacto económico.
PUBLICIDADEn Irlanda crece la preocupación por el significativo aumento de personas que apoyan la ideología de extrema derecha. Tras los disturbios de la semana pasada en Dublín, en los que tres niños y una mujer fueron apuñalados por un ciudadano irlandés nacido en el extranjero.
Las escenas vividas en Dublín la semana pasada, tras el apuñalamiento de tres niños y una mujer adulta, conmocionaron a la gente de derechas de Irlanda. Las airadas protestas revelaron que el pensamiento de extrema derecha se está imponiendo en Irlanda.
John Mooney, redactor de información criminal del Irish Sunday Times, apunta: "La extrema derecha es un movimiento muy pequeño en Irlanda, pero se está alimentando de la preocupación por el sistema de inmigración irlandés, por el impacto que el gran número de inmigrantes está teniendo en la sociedad irlandesa, que está ejerciendo presión sobre el sector de la vivienda, por lo que está sacando provecho de este asunto".
El tema central de este recrudecimiento del descontento hacia el Estado irlandés es la inmigración. La población de Irlanda ha pasado de 3,9 millones en 2002 a algo más de 5 millones en la actualidad. Desde 1998, uno de cada cinco irlandeses ha nacido en el extranjero y, con 13.000 personas declaradas sin hogar, muchos dicen basta.
El Partido Irlandés por la Libertad no tiene representantes electos, pero su líder afirma que hace tiempo que debería haberse producido un cambio en la política de inmigración irlandesa.
Hermann Kelly, del Partido Liberal Irlandés, señala: "Creo que el imprudente sistema de fronteras abiertas del Gobierno, que permite la entrada en el país de un gran número de varones de origen desconocido no controlados, ha provocado, como en todos los países, ya sea Suecia, Francia o Alemania, un aumento de la violencia y las agresiones sexuales".
Con casi pleno empleo y una economía próspera en Irlanda, el aumento de los alquileres en Dublín está dificultando que muchos puedan permitirse una vivienda.
Sin embargo, la patronal IBEC afirma que los inmigrantes son necesarios, pues de lo contrario algunos sectores de la economía se hundirán.
Kara McGann, directora de Política Social de la IBEC, indica: "No creemos que la sociedad o la economía puedan seguir funcionando sin la población inmigrante. No es un grupo homogéneo. Vemos muchos inmigrantes de Europa que mayoritariamente vienen aquí a trabajar".
Los disturbios de la semana pasada en Dublín han supuesto un importante toque de atención para el Gobierno irlandés. La policía irlandesa debe cambiar de táctica. La opinión pública irlandesa está enfadada porque la extrema derecha parece haberse impuesto.