El Reino Unido, Francia, Islandia, Noruega y Suiza registraron los mayores aumentos en el número de niños que viven en hogares con dificultades económicas. Y países como Polonia, Eslovenia, Letonia y Lituania —señalados como no ricos— registraron importantes reducciones de la pobreza infantil.
Algunos de los países más ricos del mundo experimentaron fuertes aumentos de la pobreza infantil entre 2014 y 2021, según los nuevos datos publicados por UNICEF.
El informe titulado ‘Pobreza infantil en medio de la riqueza’ muestra resultados impactantes, con algunos de los países más ricos del mundo, como el Reino Unido, España y Luxemburgo, en los últimos puestos de la clasificación.
Por el contrario, los países más pobres, como Polonia y Eslovenia, son los que obtienen mejores resultados en la lucha contra la pobreza infantil, seguidos de Letonia y la República de Corea.
El estudio presenta la imagen más actualizada y comparable de la pobreza que afecta a los niños en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Unión Europea (UE), y analiza las políticas de apoyo a la renta de los gobiernos para las familias con niños.
En él se constata que, a pesar de la disminución general de la pobreza en casi un 8 % en 40 países entre 2014 y 2021, todavía hay más de 69 millones de niños que viven en hogares que ganan menos del 60 % de la renta nacional media a finales de 2021.
"Los impactos de la pobreza en los niños son persistentes y perjudiciales", dijo el director de la UNICEF, Innocenti Bo Viktor Nylund.
"Esto significa que mayoría de los niños crecen sin alimentos nutritivos suficientes, ropa, material escolar o un lugar cálido al que llamar hogar. Impide el cumplimiento de los derechos y puede conducir a una mala salud física y mental", agregó.
Las consecuencias de la pobreza pueden durar toda la vida. Los niños que viven en la pobreza tienen menos posibilidades de terminar la escuela y ganan salarios más bajos cuando son adultos. En algunos países, una persona nacida en una zona desfavorecida tiene entre ocho y nueve años menos de vida que una nacida en una zona rica, según el informe.
El informe también pone de relieve enormes desigualdades en los riesgos de pobreza. En los 38 países sobre los que se dispone de datos, los niños que viven en familias monoparentales tienen tres veces más probabilidades de vivir en la pobreza que los demás niños. Los niños con discapacidades y de minorías étnicas o raciales también corren un riesgo superior a la media.
La riqueza no determina las condiciones de vida de los niños
Según las conclusiones, entre 2012 y 2019 se registró un crecimiento económico estable en este grupo de países, lo que supuso una oportunidad para recuperarse de los efectos de la recesión de 2008-2010.
Sin embargo, aunque varios países redujeron la pobreza infantil durante este periodo, algunos de los más ricos experimentaron los mayores retrocesos. El informe también muestra que países con niveles similares de renta nacional, como Eslovenia y España, presentan marcadas diferencias en sus tasas de pobreza infantil: 10 % y 28 % respectivamente.
Las condiciones de vida de los niños pueden mejorar independientemente de la riqueza de un país, señala el informe.
Por ejemplo, Polonia, Eslovenia, Letonia y Lituania —que no figuran entre los países más ricos de la OCDE ni de la UE— han logrado importantes reducciones de la pobreza infantil, con un descenso del 38 % en Polonia y del 31 % en los demás países.
Mientras tanto, cinco países con mayores ingresos —el Reino Unido (+20 %) y Francia, Islandia, Noruega y Suiza (todos en torno al +10 %)—registraron los mayores aumentos en el número de niños que viven en hogares con dificultades económicas desde 2014.
Cómo resolver el problema
Para erradicar la pobreza infantil, el Report Card insta a los gobiernos y a las partes interesadas a:
- Ampliar la protección social para los niños, incluyendo prestaciones infantiles y familiares para complementar los ingresos familiares.
- Garantizar que todos los niños tengan acceso a servicios básicos de calidad, como guarderías y educación gratuita, que son esenciales para su bienestar.
- Crear oportunidades de empleo con una remuneración adecuada y políticas favorables a la familia, como el permiso parental retribuido, para ayudar a los padres y cuidadores a conciliar las responsabilidades laborales y asistenciales.
- Garantizar la existencia de medidas adaptadas a las necesidades específicas de los grupos minoritarios y los hogares monoparentales, para facilitar el acceso a la protección social, los servicios clave y el trabajo digno, y reducir las desigualdades.
El informe afirma que se puede aprender mucho del éxito de los distintos países.
"La forma en que utilicemos este aprendizaje determinará la eficacia con la que podamos garantizar el bienestar de los niños hoy y en el futuro", concluyó Nylund.