Los radares de los AWACS permiten a los operadores distinguir entre aeronaves amigas u hostiles a cientos de kilómetros de distancia.
PUBLICIDADA poco menos de un mes para el segundo aniversario de la invasión rusa de Ucrania, nos subimos a bordo de AWACS, un avión de la Fuerza Aérea francesa que realiza tareas de vigilancia para la OTAN.
Este avión voló recientemente en una misión de reconocimiento de unas 10 horas desde el centro de Francia hasta el espacio aéreo rumano y de vuelta, pudiendo observar el sur de Ucrania y el mar Negro hasta la Crimea ocupada por Rusia y más allá.
Las fuerzas rusas son conscientes de su presencia y el avión también es consciente de los rusos. Un AWACS tiene capacidad para vigilar un área del tamaño de Polonia y tres de ellos podrían vigilar toda Europa central a la vez.
"Sabemos que nos ven (los rusos) y ellos saben que nosotros los vemos. Digamos que es una especie de diálogo entre ellos y nosotros", dijo el copiloto, el comandante Romain, de la Fuerza Aérea francesa.
Un avión de vigilancia
AWACS es un acrónimo en inglés de "Airborne Early Warning and Control" (Sistema de Alerta Temprana y Control Aerotransportado) y sus radares permiten a los operadores distinguir entre aeronaves amigas u hostiles a cientos de kilómetros de distancia.
Los vuelos regulares de vigilancia, junto con patrullas de caza, radares terrestres, baterías de misiles y otros equipos a disposición de la OTAN forman lo que el comandante del escuadrón AWACS de Francia describió como el “escudo”.
"Somos 31 (países). Estamos todos juntos y nuestros activos están juntos para mostrar el escudo. Y tenemos la capacidad de detectar en todas partes. Y no estamos aquí para un conflicto. Estamos aquí para demostrar que estamos presentes y listo", dijo el teniente coronel Richard, de la Fuerza Aérea francesa.
"El objetivo final es, por supuesto, la eliminación del conflicto y la disuasión", afirmó. Capaces de volar durante 12 horas sin repostar combustible, las misiones francesas de AWACS no se limitan a la vigilancia para la OTAN. Durante los Juegos Olímpicos de París en julio y agosto este año, los aviones proporcionarán una capa adicional de vigilancia.