El sábado, alrededor de mil personas se manifestaron en Trento contra el gobernador Fugatti por lo que denominan "la matanza del oso pardo M90". La agencia italiana de protección a los animales ha solicitado una autopsia del gran mamífero.
Alrededor de un millar de personas se reunieron el sábado en Trento para protestar contra la matanza del oso M90, también conocido como Sonny, a principios de esta semana en Val di Sole.
El oso fue abatido por las autoridades locales tras considerarlo "demasiado confiado" porque frecuentaba hogares humanos y, en una ocasión, siguió, en lugar de perseguir, a un par de excursionistas durante medio kilómetro.
La orden final de sacrificio fue confirmada por el gobernador de la provincia autónoma, Maurizio Fugatti, tras el comentario favorable del ISPRA, el Instituto Superior de Protección e Investigación Ambiental.
El oso tenía un collar de radiofrecuencia mediante el cual los guardas forestales tenían bajo control su posición.
Animalistas critican duramente a Fugatti
Los activistas por los derechos de los animales criticaron el método de matanza. Según Enpa, la Agencia Nacional de Protección Animal, el oso fue asesinado sin narcotización mediante el uso de una bala calibre 300, provocando un sufrimiento prolongado al animal.
Enpa solicitó autorización a la fiscalía de Trento para realizar una autopsia al cuerpo del oso asesinado para verificar y estimar el alcance real y la localización de las heridas causadas por la bala.
Los activistas por los derechos de los animales también han criticado la imposibilidad de apelar la orden de sacrificio, como ocurrió el año pasado con el ejemplar Jj4 que terminó con la vida del atleta Andrea Papi.