Las máscaras siguen siendo la imágen y marca del carnaval más famoso del mundo.
Tradicionalmente eran muchos los venecianos que huían de la ciudad en estas fechas, pero ahora la masificación se ha instalado como una constante en la gran fiesta.
El entierro de la sardina concentra gran parte de los espectáculos programados. Las máscaras siguen siendo el sello distintivo del carnaval veneciano. Sólo unas pocas se fabrican artesanalmente con madera.
Pero últimamente los mascareri tienen dos manos más. Las de Marina Lapa, artista ucraniana que huyó de Kiev a Venecia cuando Rusia inició la guerra en 2022. Algo que identifica además como terapia para mantenerse a flote. Una aportación al carnaval que acaba.
El Ayuntamiento de Venecia aprobó en noviembre pasado al peaje turístico para entrar en la ciudad, una de las primeras del mundo en hacerlo, aunque esta iniciativa adoptada por las autoridades italianas para gestionar un gigantesco flujo de 32 millones de visitantes al año no parece a priori suficiente para salvarla del turismo de masas.