En una operación con siete redadas en la provincia de Sevilla la policía liberó a 21 inmigrantes. La banda criminal mantenía en pésimas condiciones a las víctimas de explotación laboral en trabajos agrícolas. No les permitían comer ni beber durante el trabajo.
De nacionalidades moldava y rumana los trabajadores fueron reclutados en sus propios países por anuncios que ofrecían trabajo en España con condiciones laborales y salarios ficticios. Los responsables de la banda han sido acusados de trata de personas, explotación laboral, falsificación de documentos y usurpación de identidad. No se ha difundidola propiedad de las fincas donde las víctimas eran explotadas, que estaban en distintos puntos de la provincia de Sevilla. Los propietarios pagaban directamente a los responsables de la banda.
Condiciones de vida miserables
Los trabajadores eran recogidos a las seis de la madrugada y devueltos a las ocho de la tarde. Algunos tenían que rebuscar entre la basura para alimentarse.Las últimas investigaciones internacionales apuntan que la trata de personas para la prostitución y el trabajo forzado se están desarrollando con gran velocidad a Internet tal y como ha sido estudiado en la ONU.Algo que ha acechado también a refugiados ucraniamos en los primeros momentos del éxodo tras la invasión de Rusia.