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‘Caso Koldo’: ¿Cómo puede afectar la sombra de la corrupción al Gobierno de Pedro Sánchez?

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España Derechos de autor Geert Vanden Wijngaert/Copyright 2024 The AP. All rights reserved
Derechos de autor Geert Vanden Wijngaert/Copyright 2024 The AP. All rights reserved
Por Jaime Velazquez
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Ni la ley de amnistía a los independentistas catalanes ni la ley del ‘sólo sí es sí’; el supuesto fraude en la compra de mascarillas que salpica al exministro Ábalos ha golpeado la esencia misma del Gobierno de Sánchez, que accedió al poder en 2018 abanderando la lucha contra la corrupción.

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En el cara a cara de las elecciones generales de 2015 el candidato Pedro Sánchez interpeló con dureza al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: “Si usted gana el coste de la democracia es enorme porque el presidente debe ser una persona decente y usted no lo es”.

Tres años después de pronunciar aquella frase, con el PP de Rajoy condenado como partícipe a título lucrativo por la Trama Gürtel, Sánchez logró reunir en torno así a la mayoría de fuerzas del arco parlamentario en una moción de censura con el compromiso de devolver la ejemplaridad a las instituciones.

Desde entonces, Pedro Sánchez ha tenido que realizar numerosos equilibrios políticos para conservar la mayoría parlamentaria de la moción de censura que ha sostenido sus sucesivos Gobiernos en minoría.

Ni la controvertida ley de amnistía a los independentistas catalanes, ni el fiasco de la ley del ‘sólo sí es sí’, que tuvo que reformar en contra de la ministra de Igualdad Irene Montero, ni su cambio de postura en torno al Sáhara Occidental, parecen haber hecho mella en el respaldo de los votantes de izquierdas.

Sin embargo, el escándalo por el cobro de comisiones en la compra de mascarillas por parte de un asesor del entonces ministro de Transportes José Luis Ábalos, amenaza con romper el idilio de Pedro Sánchez con su electorado.

“Fue la corrupción lo que precisamente facilitó la moción de censura que expulsó a Rajoy y aupó a Sánchez, otorgándole un relato fundacional de lucha contra la corrupción. Este caso atenta directamente contra ese momento fundacional de legislatura y contra la narrativa del Gobierno”, explicó a ‘Euronews’ Manuel de la Fuente, socio de Asuntos Públicos de Harmon Consulting.

Responsabilidades políticas

La Audiencia Nacional investiga -entre otros- a Koldo García Izaguirre, estrecho colaborador del exministro Ábalos, por el supuesto cobro de comisiones obtenidas por influir en la obtención de contratos con la Administración para el suministro de mascarillas durante la pandemia de Covid-19, especialmente aquellos que fueron adjudicados por departamentos que dependían directamente del Ministerio de Transportes.

Pese a que no figura por el momento como imputado en la causa, el presidente Pedro Sánchez y el Partido Socialista han suspendido de militancia a Jose Luís Ábalos y le han reclamado que entregue su acta de diputado por su responsabilidad política por el nombramiento de un asesor investigado ahora por la Justicia.

Sánchez trató así de marcar distancias con el que fuera durante años su mano derecha en los aparatos del PSOE y lanzar un mensaje detolerancia cero con la corrupción en su Gobierno y su partido.

“Normalmente, un escándalo de corrupción funciona un poco como una herida que gangrena y contagia al resto del cuerpo: hay que intentar amputar la parte podrida lo antes posible, antes de que contagie al resto”, afirmó a 'Euronews' Jaime Coulbois, investigador de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid.

Ábalos, no obstante, ha decidido mantener su escaño y pasar al grupo mixto. “En este caso, el PSOE ha actuado muy rápido, ha expulsado a Ábalos del grupo parlamentario, pero no ha conseguido que deje el escaño. A pesar de todo, por ahora no se ha demostrado que el caso tenga ramificaciones en el Gobierno, ni el de entonces ni el actual”, añadió Coulbois.

¿Castiga el electorado la corrupción?

Coulbois considera que el escándalo tendrá un impacto limitado en el electorado debido a la lejanía de la primera gran cita electoral: laselecciones europeas. “Si mañana mismo hubiese elecciones, quizá algunos votantes del PSOE se puedan desmovilizar o incluso cambiar de partido”, aseguró. 

“Sin embargo, para que de aquí al 9 de junio el escándalo siga pesando en la agenda, tendría que tener profundas ramificaciones que afectasen a todo el Gobierno y al PSOE: por ejemplo, que se pruebe que Ábalos estaba al tanto del asunto, o quizá incluso el presidente del Gobierno. O si el PP logra convencer a la opinión pública de que esto ha sido así”.

Sin embargo, para el analista Manuel de la Fuente, Sánchez no debería menospreciar el posible alcance del ‘caso Koldo’ de cara a las elecciones vascas, catalanas y europeas. “Hay un mito, más o menos extendido, que es que la corrupción no afecta al voto, en base a experiencias de los últimos años, como el caso Gürtel”, explicó De la Fuente.

“Está comprobado que la corrupción erosiona la confianza de los ciudadanos en la política y genera, en primer lugar, desafección y, como consecuencia de ésta, una caída de la participación política. En España, la corrupción nunca ha dejado de estar en la lista de los principales problemas para los ciudadanos según el CIS”, recordó el analista de Harmon.

¿Peligra el apoyo de Sánchez en el Congreso?

Los apoyos del Gobierno de coalición en el congreso de los diputados se mantendrán prácticamente inalterados, coincidieron los analistas consultados por 'Euronews'. La salida de Ábalos al grupo mixto deja con un escaño menos al Partido Socialista, pero la gobernabilidad sigue depositada en los partidos independentistas catalanes y los nacionalistas vascos.

“Los socios de Gobierno pueden ver (el caso) mejor o peor, pero sus relaciones no se basan en el amor, sino en una serie de intereses compartidos. La situación quizá puede ser utilizada como forma de presión para obtener más concesiones, pero no tendrá un impacto significativo”, afirmó Andrés Santana Leitner, doctor del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid.

“La salida de Ábalos al grupo mixto no debilita en sí misma la mayoría de Sánchez en el Congreso porque Ábalos, a priori, nunca va a votar con el PP o con Vox. Pero puede tener dificultades prácticas en un contexto en el que cada voto cuenta”, aseguró Manuel de la Fuente.

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Sin embargo -recordó De la Fuente-, la aritmética parlamentaria es muy ajustada en el Congreso de los Diputados. “El Gobierno la ha mantenido sobre la base de agrupar a fuerzas tan diferentes ideológicamente como Junts, Bildu, PNV o Podemos. No todos los socios son iguales ni se mueven al unísono”, explicó.

“Y la oposición también juega. Hemos visto voces en los últimos meses, fundamentalmente en torno a la patronal catalana [...] pidiendo un entendimiento entre la derecha nacionalista catalana y el PP, que pueda neutralizar algunas medidas que el Gobierno tiene en cartera en materia económica o fiscal. No todo se reduce a la amnistía. Terremotos como el actual pueden alterar las relaciones entre los socios de Gobierno”, advirtió De la Fuente.

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