Los croatas acuden a las urnas este miércoles en las elecciones parlamentarias después de una campaña centrada en torno a la rivalidad entre el primer ministro, Andrej Plenkovic, y el presidente del país, Zoran Milanovic.
PUBLICIDADLa votación enfrenta al gobernante Unión Democrática Croata (HDZ), el grupo conservador europeísta encabezado por el primer ministro, Andrej Plenkovic, contra una alianza de partidos centristas y de izquierda informalmente liderada por el presidente populista Zoran Milanovic y su Partido Socialdemócrata (SDP).
Las elecciones se llevan a cabo mientras Croacia, miembro de la Unión Europea (UE) y la OTAN, lucha contra la tasa de inflación más alta de la eurozona, la escasez de mano de obra y acusaciones de corrupción generalizada.
En la carrera por el Parlamento, de 151 escaños, están en juego no solo las futuras políticas internas del país del mar Adriático, sino también la unidad de la UE mientras lidia con la inestabilidad provocada por la invasión rusa de Ucrania.
Si el HDZ permanece en el poder, el país continuaría un rumbo prooccidental para apoyar a Ucrania en su lucha contra Rusia. Un éxito del SDP podría encaminarlo hacia la victoria en las elecciones al Parlamento Europeo en junio y en las elecciones presidenciales en diciembre. Además, sacudiría el dilatado dominio político del HDZ y potencialmente abriría espacio para una influencia prorrusa más fuerte en el país, al estilo de Hungría y Eslovaquia.
Las urnas cierran este miércoles por la noche y los resultados oficiales se esperan el jueves.
Las encuestas dan la victoria al HDZ, pero sin mayoría suficiente
La mayoría de las encuestas pronosticaron una victoria del HDZ, pero sin suficientes escaños para gobernar en solitario. La oposición de izquierda puede beneficiarse del descontento con la alta inflación del país y el malestar económico general en la mayoría de los Estados miembros de la UE. Los partidos más pequeños de derecha e izquierda podrían ser clave tanto para el HDZ como para el SDP en su búsqueda del poder.
El HDZ ha ocupado en gran medida el poder desde que Croacia se independizó de la antigua Yugoslavia en 1991. La nación balcánica se convirtió en el miembro más reciente de la Unión Europea en 2013, y el año pasado se unió al espacio Schengen (la zona europea de viajes sin controles fronterizos) y a la eurozona.
El presidente desempeña un papel principalmente ceremonial en Croacia, mientras que el primer ministro ejerce la mayor parte del poder político. Las elecciones han sido el episodio final de la larga rivalidad entre Plenkovic y Milanovic.
Después de que Milanovic programara las elecciones y anunciara su candidatura a primer ministro, comenzó a hacer campaña en nombre del SDP. Pero los jueces del tribunal constitucional de Croacia intervinieron y dijeron que la medida era inconstitucional.
Los jueces dijeron que el presidente no puede postularse para primer ministro, participar en las elecciones parlamentarias o hacer campaña a favor de ningún partido, a menos que primero renuncie.
Milanovic se negó, ignoró abiertamente al tribunal superior y continuó haciendo campaña a favor de la alianza de izquierda.
Milanovic también acusó a Plenkovic y al HDZ de corrupción rampante y de "robo masivo" de fondos estatales, en referencia a escándalos pasados y presentes, algunos de los cuales terminaron en los tribunales.
Plenkovic, quien ha dirigido el Gobierno desde 2016, ha negado repetidamente las acusaciones y dijo que Milanovic, como primer ministro, alejaría al país de la UE y lo acercaría a Rusia.
Milanovic ha expresado a menudo una postura prorrusa durante la guerra en Ucrania, oponiéndose al entrenamiento de soldados ucranianos en Croacia y al envío de armas para Kiev porque, en su opinión, solo prolonga la guerra. También ha criticado las políticas de la UE sobre Ucrania.