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La apuesta de la Unión Europea por la 'economía social' en favor de los ciudadanos

En colaboración con The European Commission
La apuesta de la Unión Europea por la 'economía social' en favor de los ciudadanos
Derechos de autor euronews
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Por Bryan CarterEuronews
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En Europa existen 2,8 millones de entidades ligadas a la ‘economía social’, que emplean a 13,6 millones de trabajadores. Abarcan, desde cooperativas hasta empresas sociales, y operan en casi todos los sectores económicos.

Cuando se habla de economía, a menudo se menciona el crecimiento, los beneficios, los directivos y los accionistas. Estamos en Gotemburgo, la segunda ciudad más grande de Suecia, para aprender más cosas sobre otro tipo de economía, una que pone a las personas en primer lugar: la economía social.

En esta edición del programa Real Economy, conocemos a Matilda, una mujer sueca de 31 años enamorada de la música, las artes y los gatos. Nos habla de un período difícil de su vida, cuando algunos problemas de salud la mantuvieron alejada del mercado laboral durante 5 años.

"En 2017, estaba estudiando en la universidad, pero sufrí el ‘síndrome del trabajador quemado’, y me diagnosticaron síndrome de agotamiento y depresión. Sucedió muy rápido y estuve muy enferma. A partir de ahí, tuve que completar un largo camino para volver a la normalidad. No recuerdo mucho de los primeros seis meses, porque me encontraba muy mal, y tenía mucha ansiedad. Estuve mucho tiempo hospitalizada y recibí tratamientos muy intensivos. Me gusta la música y toco el piano y la guitarra en casa, sobre todo, porque me divierte. Pero, además, esto representa una terapia para mí", declara Matilda Holgersson, empleada de Ängås Gård.

Poco a poco, Matilda consiguió sentirse mejor y recuperar su ‘vida social’. Parte de su proceso de curación se debe al trabajo que tiene desde hace 6 meses en esta cooperativa de producción de alimentos y organización de eventos. Una cooperativa que ofrece a Matilda y a otras personas con problemas similares, la oportunidad de recuperarse.

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Imagen de la sueca Matilda Holgersson, empleada de Ängås Gård.Euronews

"El aspecto positivo de trabajar en una cooperativa es una ayuda mutua, y que hay mucha comprensión respecto a las necesidades de los demás. En los lugares donde he trabajado antes, tener un ‘mal día’ estaba considerado como un hecho un poco raro. Se supone que no debes mostrar cómo te sientes. Pero, en este lugar, te permiten ser como eres, y trabajas todo lo que puedes", afirma Matilda Holgersson.

El lugar de trabajo de Matilda forma parte de una organización de ventas llamada Social Trade. Dirigida por Mari, trata de superar parte del estigma asociado a las cooperativas y las empresas sociales, con el fin de establecer vínculos comerciales con tipos de empresas más tradicionales.

"El cooperativismo sigue estando un poco mal visto en Suecia. No es, realmente, legal. Pero llegaremos a ello, lo lograremos. Estoy trabajando con gente que quiere ayudar a la gente que, realmente, quiere marcar la diferencia", señala Mari Odenbjörk, directora general de Social Trade.

"La ‘economía social’ se refiere a las entidades que buscan tener un impacto social, en lugar de maximizar los beneficios. ¿Quiere más detalles? A continuación, le ofrecemos nuestro particular curso intensivo", sugiere el periodista de Euronews, y autor del reportaje, Bryan Carter.

Curso intensivo

Actualmente, existen en Europa 2,8 millones de entidades ligadas a la ‘economía social’, que emplean a 13,6 millones de trabajadores. Abarcan, desde cooperativas hasta empresas sociales, y operan en casi todos los sectores económicos. 

La ‘economía social’ es clave para alcanzar los principios consagrados en el pilar europeo de derechos sociales, como la igualdad de oportunidades, el empleo digno y la inclusión de todas las personas. 

Pero, al mismo tiempo, se enfrenta a varios desafíos, como el acceso a la financiación, los obstáculos jurídicos y la falta de visibilidad. 

Por eso, la Comisión Europea ha adoptado un plan de acción centrado en tres prioridades:

-Mejorar las políticas y los marcos jurídicos de los Estados miembros.

-Crear oportunidades para que las empresas de la ‘economía social’ se pongan en marcha y crezcan.

-Aumentar el reconocimiento del valor y el potencial de la ‘economía social’.

Todas estas medidas podrían ayudar a la UE a alcanzar su objetivo de impulsar el empleo y sacar a 15 millones de personas de la pobreza, o la exclusión social, de aquí a 2030.

El equipo de Euronews se dirige al puerto de Gotemburgo, donde una ‘empresa social’ presta servicios a particulares e industrias, como son: la reparación de muebles y la impresión textil. Además, funciona como cooperativa de rehabilitación laboral.

"En Suecia tenemos un gran problema con las personas que padecen enfermedades relacionadas con el estrés. Necesitamos contar con otra visión de lo que es un trabajo saludable", declara Hanna-Sara Kristensson, directora de Kajskjul46.

Todos los beneficios que se obtienen se reinvierten, directamente, en la empresa. En ocasiones, esto puede complicar el acceso a ayudas financieras.

"No podemos ir a los bancos a pedir un préstamo, o cosas de ese tipo. Así que, tenemos muchos proyectos diferentes, fondos de la Unión Europea y diferentes fondos dentro de Suecia, que podemos solicitar. Pero, creo que los bancos siguen viéndonos como algo ‘sospechoso’. Cuando el objetivo principal no se trata del beneficio... no nos entienden", añade Hanna-Sara Kristensson.

La ‘economía social’ representa el 4,2 % de la mano de obra asalariada de Suecia. Es una cifra inferior a la media de la Unión Europea (6,3 %), pero a medio camino entre los índices de Lituania (0,6 %) y Luxemburgo (9,9 %). Para entender estas diferencias, Bryan Carter se reunió en Bruselas con la italiana Giulia Galera, experta en ‘economía social’.

"Las políticas públicas son muy importantes para crear un ecosistema propicio, un entorno favorable, en el que las empresas sociales puedan surgir, desarrollarse y crecer. Y... hay diferencias claves entre los países de la Unión Europea. Pero, en general, lo que podemos ver es que las políticas públicas no reconocen, plenamente, la responsabilidad social que asumen las ‘empresas sociales’. Hay marcos fiscales muy deficientes, muy segmentados, muy fragmentados", explica Giulia Galera, investigadora sénior en EURICSE.

Las entidades de la ‘economía social’ con las que contactamos señalaron que uno de los problemas a los que se enfrentan es el acceso a la financiación. ¿Cómo podemos solventarlo?, pregunta Bryan Carter.

"Muchas ‘empresas sociales’ son organizaciones que requieren mucha mano de obra, necesitan dinero para formarse, para apoyar la formación, para sufragar el coste de la inclusión de personas desfavorecidas, o también, para poder acceder... poder formarse para acceder a los mercados públicos. Creo que se ha prestado demasiada atención a la financiación como solución para el desarrollo de las empresas sociales, cuando creo que las políticas de capacitación son más importantes, para establecer las condiciones necesarias para la creación de empresas sociales", responde Giulia Galera.

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Imagen de Giulia Galera, investigadora sénior en EURICSE, con el periodista de Euronews, Bryan Carter.Euronews

¿Puede decirnos algo más sobre el Plan de Acción de la UE para promover la ‘economía social’, y cuál es su opinión, al respecto?, quiere saber el periodista de Euronews.

"El Plan de Acción de la Unión Europea supone un paso adelante muy importante. En primer lugar, porque reconoce la ‘economía social’ como una dinámica específica. Al mismo tiempo, aclara las diferencias entre las entidades de la ‘economía social’ y las empresas convencionales. Además, reconoce que la ‘economía social’ está activa, no solamente en sectores ‘nicho’ como el del bienestar, sino en todos los ecosistemas industriales", afirma la investigadora sénior en EURICSE

El Plan de Acción no es vinculante para los Estados miembros. Que tenga éxito dependerá, en gran medida, de la voluntad de los países de la UE de poner en marcha iniciativas de ‘economía social’, que permitan a personas como Matilda imaginar un futuro mejor.

"En el futuro me veo, quizá, trabajando a tiempo completo. También quiero volver a la universidad, y a largo plazo, me gustaría trabajar con niños. Me imagino esto. Así que, es genial tener esa esperanza de cara al futuro, y saber que lo conseguiré", concluye Matilda Holgersson, empleada de Ängås Gård.

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