Más de un siglo después de su construcción, la Casa Batlló ha completado una de sus restauraciones más ambiciosas, devolviendo a la luz el diseño original que Antoni Gaudí concibió para la familia Batlló en 1906.
La rehabilitación integral de la fachada posterior de la obra de Gaudí y el patio privado de la Planta Noble ha requerido una inversión de 3,5 millones de euros y el trabajo conjunto de restauradores especializados y artesanos locales que han preservado técnicas centenarias adaptándolas a los estándares contemporáneos.
Esta intervención marca un hito histórico, ya que desde 1915 los colores de la fachada posterior habían cambiado y elementos característicos del patio como las jardineras y la pérgola habían desaparecido por completo. Aunque hubo trabajos de restauración limitados en las décadas de 1950 y 1990, esta representa la primera restauración verdaderamente integral del espacio, donde cada material ha sido devuelto a su esplendor original siguiendo las intenciones de Gaudí.
El proceso de restauración ha revelado descubrimientos sorprendentes que han transformado por completo la comprensión del diseño original. Xavier Villanueva, arquitecto responsable de la restauración, explica que al descubrir los colores originales quedaron asombrados, pues la fachada tal como estaba se había convertido en el negativo fotográfico del original diseñado por Gaudí. Las pruebas estratigráficas realizadas durante la pandemia desvelaron las tonalidades originales ocultas bajo capas de pintura en la madera, herrería y estuco.
El renacimiento de un espacio íntimo diseñado por el genio modernista
La restauración ha devuelto la vida al espacio exterior íntimo situado junto al comedor, originalmente concebido como un refugio similar a un jardín para el descanso familiar. En la fachada posterior se ha restaurado el estuco y el trencadís de vidrio y cerámica de las paredes laterales y la cornisa, mientras que las barandillas de hierro forjado, las ventanas de madera, las puertas del balcón y el pavimento de mosaico han sido recuperados en los balcones, reforzando una estructura que se encontraba en estado muy deteriorado.
El patio privado ha experimentado una transformación aún más espectacular con la reproducción de elementos perdidos en el tiempo. Se ha recreado la pérgola de brezo con forma parabólica que originalmente se ubicaba en el centro del patio, junto con las jardineras situadas junto a los patios de ventilación. El pavimento ha sido replicado fielmente utilizando 85.000 piezas de mosaico Nolla, respetando las técnicas originales, mientras que las barandillas y puertas de hierro, así como las paredes del patio incluyendo el estuco y el trencadís de vidrio y cerámica, también han sido restauradas.
Esta restauración forma parte de una serie quinquenal de grandes intervenciones que culmina en 2025, año en que la Casa Batlló conmemora el 20º aniversario de su inscripción como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Gary Gautier, CEO de Casa Batlló, considera que formar parte de este hito representa un verdadero honor, descubriendo la genialidad de Gaudí para las generaciones futuras y celebrando la artesanía perdurable de los maestros artesanos, constituyendo un regalo no solo para Barcelona, sino para el mundo entero.
La investigación rigurosa combinada con técnicas digitales avanzadas como el escaneado 3D y la fotogrametría ha garantizado una precisión milimétrica en la restauración. Entre los hallazgos más destacados se encuentra una estructura previamente desconocida en forma de espiral de ladrillo y hierro mixto, además de un sistema abovedado recién descubierto que sostiene los balcones, representando una innovación revolucionaria para su época que refuerza la genialidad constructiva de Gaudí.