La UE endurece las condiciones para la obtención de visados para funcionarios bielorrusos ante el aumento de las tensiones con Minsk.
La Unión Europea endurece las normas para que los funcionarios bielorrusos obtengan visados europeos. La Comisión Europea contraataca así a la presión de Aleksander Lukashenko sobre el bloque. En los últimos meses han aumentado las acusaciones que aseguran que el régimen bielorruso está usando a los migrantes de Oriente Media y África para desestabilizar a la UE.
Bruselas sugiere que Minsk está promoviendo el tráfico de migrantes patrocinado por el estado, lo que supondría una fuente de ingresos para Lukasehnko. "Ahora estamos viendo un fenómeno totalmente nuevo por parte de Lukashenko. Se trata de una persona y un régimen desesperados. Las sanciones europeas le han causado daño de verdad. Por ello trata de invitar o importar a migrantes que tienen que pagar un montón de dinero. Parece que pagan al menos 10mil euros para ser presionados a entrar dentro de la UE. Les engañan con falsas promesas", explica la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson.
La situación en el bosque a lo largo de la frontera entre Bielorrusia y Polonia es cada vez más crítica. Según varios informes, al menos 5 personas han muerto recientemente. A las que se suman las acusaciones de "devoluciones" ilegales. Varsovia ha prohibido la entrada a la frontera a periodistas y ONG que creen que Polonia no está aceptando las demandas de asilo por parte de migrantes atrapados.
"Cada vez están más y más agotados. Personas agotadas que están perdidas en alguna parte del bosque, a las que se las empuja desde Bielorrusia y Polonia y de vuelta varias veces. No pueden andar de Bielorrusia a Polonia una y otra vez en estas condiciones tan duras, con estas temperaturas tan bajas, sin comida adecuada, sin refugio adecuado, sin ropa adecuada. Cuando nos encontramos con ellos están destrozados", explica la abogada pro derechos humanos Marta Górczyńska.
Este jueves, la comisaria europea de Interior se reunirá con el ministro de Interior polaco en Varsovia. Johansson no condena las devoluciones de Polonia pero pide que pervalezcan los valores de la UE y las regulaciones internacionales.