En 2022, el 8,3% de la población de la UE no podía permitirse una comida con carne, pescado o un equivalente vegetariano cada dos días, según nuevos datos de Eurostat.
PUBLICIDADLa cifra es un punto porcentual superior a la del año anterior. Casi una quinta parte (19,7%) de los europeos en riesgo de pobreza no pudo permitirse una comida adecuada el año pasado, más de dos puntos porcentuales más que en 2021.
El porcentaje de la población total que no pudo permitirse una comida adecuada fue mayor en los países de Europa del Este, con Rumanía (22,1 %) a la cabeza, seguida de Bulgaria (21,6 %) y Eslovaquia (15,8 %).
Irlanda (1,4%) registró el porcentaje más bajo, seguida de Chipre (1,5%) y Luxemburgo (1,8%).
El mayor porcentaje de población considerada en riesgo de pobreza, incapaz de permitirse una comida adecuada, se registró en Bulgaria (44,6%).
En 2022 había en la UE 95,3 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que equivale al 21,6 % de la población de la UE.
Los resultados ponen de relieve una situación cada vez más precaria para las personas que viven en la pobreza en todo el bloque.
La invasión rusa de Ucrania afectó considerablemente a los mercados de productos alimentarios el año pasado. La inflación anual de la UE alcanzó su nivel más alto de la historia, con un aumento medio del 11,9% en el precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas en la UE.
Los precios han seguido subiendo en el primer trimestre de 2023.
La inflación alimentaria también se ha visto impulsada por una menor oferta de productos agrícolas como piensos y fertilizantes. Rusia detuvo las exportaciones agrícolas marítimas desde Ucrania a través de las rutas del Mar Negro hasta la introducción de la iniciativa del Mar Negro en julio de 2022, lo que agravó aún más la seguridad alimentaria.
Las perturbaciones causadas por el clima extremo y la sequía han provocado escasez en la cadena agroalimentaria.
Las asociaciones de consumidores afirman que los supermercados también han subido los precios para trasladar a los consumidores unos costes de producción inflados. Muchos Estados miembros de la UE registraron un número récord de personas que solicitaron ayuda a los bancos de alimentos en 2022.