Millones de votantes de la Unión Europea acudirán a las urnas antes de que acabe el año. Los comicios de Polonia y los Países Bajos serán seguidos de cerca en toda la Unión Europea.
PUBLICIDADLas elecciones parlamentarias en Polonia están previstas para el 15 de octubre, con el partido nacionalista de derechas Ley y Justicia (PiS) en cabeza. Pero la opositora Plataforma Cívica, liderada por el ex primer ministro y presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, ha ido subiendo en las encuestas.
El PiS confía en asegurarse un tercer mandato en el poder. Hasta ahora, su mandato se ha caracterizado por los conflictos con Bruselas en asuntos como la independencia judicial y de los medios de comunicación, los derechos de las mujeres y las minorías, y los objetivos climáticos.
Los neerlandeses votarán el 22 de noviembre. Las elecciones anticipadas se programaron tras el colapso a principios de julio del gobierno de coalición dirigido por el primer ministro, Mark Rutte, debido a una disputa sobre la migración.
Rutte, apodado "Teflón Mark" por su capacidad para sobrevivir a anteriores crisis políticas y mantenerse en el poder, ha anunciado su retirada de la política .
Su partido, el conservador Libertad y la Democracia (VVD), goza de buenas proyecciones en las encuestas, pero sus socios de coalición, el centrista Unión Cristiana y el social-liberal D66, van detrás del partido Movimiento Campesino-Ciudadano el (BBB) y de los populistas del Partido por la Libertad.
El Partido Laborista (PvdA) y los Verdes esperan contrarrestar el ascenso de estos dos partidos uniendo fuerzas y respaldando a Frans Timmermans, que regresa a la política nacional tras 10 años como líder de la lucha climática de la UE.
Otras elecciones parlamentarias en la UE tendrán lugar en Eslovaquia, el 30 de septiembre, y en Luxemburgo, el 8 de octubre.
En España también podría convocarse una nueva votación, después de que las elecciones celebradas en julio tras la ruptura de la coalición encabezada por el presidente socialista Pedro Sánchez no arrojaran resultados concluyentes.
Ni el Partido Popular, en la oposición, ni los socialistas de Sánchez reunieron suficientes votos para gobernar en solitario, y los resultados también les dificultaron la creación de coaliciones.