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La adhesión a Schengen de Rumanía y Bulgaria podría votarse en diciembre

El espacio Schengen ha suprimido los controles fronterizos y de pasaportes entre 27 países europeos, incluidos 23 Estados miembros de la UE.
El espacio Schengen ha suprimido los controles fronterizos y de pasaportes entre 27 países europeos, incluidos 23 Estados miembros de la UE. Derechos de autor Armin Durgut/Armin Durgut
Derechos de autor Armin Durgut/Armin Durgut
Por Jorge Liboreiro
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

Ambos países llevan mucho tiempo sin poder entrar en el Espacio Schengen, uno de los logros más tangibles de la integración europea.

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La adhesión de Rumanía y Bulgaria al Espacio Schengen, estancada desde hace tiempo, podría someterse una nueva votación a principios de diciembre. Esa es al menos la intención de España, país que ostenta actualmente la Presidencia semestral rotatoria del Consejo de la UE y que marca la agenda política.

La aceptación de nuevos miembros en el Espacio Schengen, donde se han suprimido los controles fronterizos, requiere el respaldo unánime del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior (JAI), que reúne a los ministros de Interior de los 27 Estados miembros.

La última reunión del JAI bajo los auspicios de la Presidencia española está prevista para los días 5 y 6 de diciembre.

"Esperamos que durante el último Consejo de la Presidencia española en diciembre esto sea una realidad", dijo el jueves Fernando Grande-Marlaska, ministro español de Interior en funciones, señalando que la adhesión a Schengen de Rumanía y Bulgaria era una "prioridad" de la Presidencia española.

"Estoy seguro de que va a ser posible. Vamos a hacer lo posible para que en diciembre haya un acuerdo", añadió Grande-Marlaska. "Estamos intentando llegar a ese acuerdo y cruzo los dedos, pero estamos trabajando muy duro en ello".

Rumanía y Bulgaria llevan mucho tiempo sin poder entrar en el Espacio Schengen, uno de los logros más tangibles de la integración europea. La zona libre de pasaportes abarca 27 países, entre ellos 23 miembros de la UE, y más de 423 millones de ciudadanos.

La Comisión Europea, que examina las nuevas solicitudes, afirma desde 2011 que tanto Rumanía como Bulgaria cumplen todos los criterios para incorporarse a Schengen, como el intercambio de información sobre seguridad, la cooperación policial y la gestión de fronteras.

Lo han demostrado: Bulgaria y Rumanía forman parte de nuestro espacio Schengen. Así que incorporémoslos de una vez, sin más demora
Ursula von der Leyen
Presidenta de la Comisión Europea

La propia presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, hizo un nuevo llamamiento a la adhesión durante su discurso anual sobre el Estado de la Unión Europea en septiembre.

"Lo han demostrado: Bulgaria y Rumanía forman parte de nuestro espacio Schengen. Así que incorporémoslos de una vez, sin más demora", dijo Von der Leyen.

Puntos en contra

Pero lo cierto es que Austria se opone. Según este país, el elevado número de cruces irregulares de las fronteras exteriores de la UE, estimado en 232 350 en los ocho primeros meses de 2023, es un argumento de peso para retrasar la ampliación de Schengen.

Un número cada vez mayor de Estados miembros, como Austria, Alemania, Polonia y la República Checa, han introducido controles fronterizos temporales para frenar el flujo de solicitantes de asilo que llegan a los Estados de primera línea y luego se desplazan hacia el norte.

"Nuestra postura es que el sistema Schengen en su conjunto no funciona, por lo que no estamos abiertos a su ampliación", declaró en agosto el ministro austriaco del Interior, Gerhard Karner.

La postura de Austria ha sido frontalmente contestada por Rumanía y Bulgaria, que argumentan que sus territorios no forman parte ni de la ruta de los Balcanes Occidentales ni de la del Mediterráneo Central, las que registran la mayoría de los movimientos migratorios.

La cuestión es muy sensible en ambos países, ya que su exclusión crea la impresión de un proyecto discriminatorio de integración a dos niveles. Con todo, y gracias a las normas de votación por unanimidad, Austria ha conseguido bloquear el proceso en solitario.

En una dramática votación celebrada el pasado diciembre, el país negó las ambiciones de Rumanía, lo que provocó una furibunda reacción del Presidente Klaus Iohannis. Austria, junto con los Países Bajos, también se opuso a la candidatura de Bulgaria.

Para echar más leña al fuego, en esa misma votaciónsí se aceptó a Croacia como 27º miembro de Schengen.

Desde entonces, todos los ojos están puestos en Viena, a la espera de una señal de cambio. Pero la paciencia se agota: Rumanía ha amenazado incluso con llevar a Austria ante el Tribunal de Justicia Europeo para impugnar el recurrente veto.

"Estamos trabajando con Austria, estamos trabajando con los 27 Estados miembros y creo que al final vamos a tener éxito", insistió el jueves Grande-Marlaska, que al ser preguntado por si Austria seguía oponiendo resistencia confirmó que "sí, aunque estamos intentando avanzar".

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