Los dos grupos de extrema derecha podrían sumar más escaños que cualquier otro.
La extrema derecha está en alza en toda Europa, y el próximo Parlamento Europeo podría ser el más de derechas de toda la historia.
Según las últimas proyecciones de escaños, si los partidos de extrema derecha se unieran en un solo grupo, podría llegar a ser el más numeroso del hemiciclo.
Ahora la extrema derecha se divide en dos grupos: los Conservadores y Reformistas Europeos que incluyen a Fratelli d'Italia, que gobiernan en Italia, al español Vox y al polaco Derecho y Justicia. Mientras que la francesa Rassemblement National, la alemana Alternative für Deutschland y la italiana Lega pertenecen a Identidad y Democracia.
La fusión parece poco probable. "No existe tal posibilidad porque, en cualquier caso, se trata de dos grupos distintos con especificidades políticas diferentes. El que tengo el honor de presidir procede de una tradición política conservadora, que tiene raíces y características diferentes a las de ID", ha defendido el eurodiputado y copresidente de CRE, Nicola Procaccini.
Lo más probable es que algunos partidos pasen de un grupo a otro. Otro factor importante será ver cómo los actuales partidos populistas no afiliados se unen a uno u otro grupo.
El más relevante es el Fidesz de Viktor Orbán. Los grupos ya estan tratando de seducirles. "Es el partido que gobierna un país de la Unión Europea y por lo tanto estamos bien preparados para trabajar con ellos teniendo esto en cuenta. Es decir, entendiendo que unidos somos más fuertes a la hora de avanzar en nuestras reivindicaciones", ha asegurado el eurodiputado y presidente de ID, Marco Zanni.
Parece claro que en la próxima legislatura los partidos de extrema derecha tendrán más poder para influir en las políticas de Bruselas.
Pero según el experto Doru Frantescu, esto también podría llevarles a suavizar sus posturas, en particular su soberanismo. "Son euroescépticos porque sienten que no pueden influir en el proceso de toma de decisiones de Bruselas. En el momento en que formen parte del juego, del proceso de toma de decisiones, algunos de ellos -de nuevo, no hablo de todos, pero sí de algunos- se volverán menos euroescépticos y querrán ser vistos también como proeuropeos. De hecho, muchos de ellos se ven a sí mismos como proeuropeos, aunque en Bruselas no se les considere como tales...", ha defendido Frantescu.
Sin duda, la extrema derecha entrará con fuerza en el próximo Parlamento Europeo. Queda por ver hasta dónde pueden forjar alianzas para determinar qué se decide en Bruselas.