Tras meses de deliberaciones, la Unión Europea ha decidido sancionar a un puñado de colonos israelíes responsables de ataques contra comunidades palestinas en Cisjordania y Jerusalén Este.
PUBLICIDADLos 27 países miembros del bloque llegaron a un acuerdo político sobre la medida el mes pasado, pero los trabajos técnicos han retrasado su aplicación, lo que ha llevado a muchos países, como Francia y Bélgica, a imponer unilateralmente sanciones nacionales.
Unos 490.000 israelíes viven en asentamientos en Cisjordania, ocupada por Israel, en lo que se considera una violación del derecho internacional. Los ataques contra palestinos en los territorios ocupados han aumentado desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás el pasado octubre, causando alrededor de 460 muertos, según el Ministerio de Sanidad palestino.
Cuatro personas y dos entidades responsables de la violencia de los colonos serán incluidas a partir de este viernes en la lista negra del régimen de sanciones de la UE en materia de derechos humanos, lo que significa que se les prohibirá viajar al bloque y se congelarán sus activos financieros.
Las entidades sancionadas son Lehava, una organización supremacista judía de extrema derecha, y Hilltop Youth, cuyas actividades fueron interrumpidas recientemente por las Fuerzas de Defensa israelíes por múltiples incidentes de violencia y abusos contra civiles palestinos. Dos figuras destacadas de Hilltop Youth, Meir Ettinger y Elisha Yered, también están en el punto de mira.
La medida se produce en medio de una escalada de violencia en Cisjordania, donde las tensiones se han agravado desde que el sábado pasado muriera un niño de 14 años de una familia de colonos.
La violencia de los colonos israelíes, obstáculo para la paz en la región
La organización Human Rights Watch afirma que los colonos israelíes están desplazando a las comunidades palestinas al destruir sus hogares, y son responsables de agresiones, torturas y violencia sexual contra los palestinos.
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, ha declarado anteriormente que la violencia de los colonos es uno de los mayores obstáculos para la paz futura en la región, ya que estos se oponen a la solución de los dos Estados, que daría la condición de Estado a los palestinos.
El bloque también ha censurado en repetidas ocasiones al Gobierno de Benjamín Netanyahu por respaldar proyectos destinados a ampliar los asentamientos en Cisjordania y zonas próximas a Jerusalén, y ha pedido que se reviertan tales decisiones.
En enero, varios miembros del Gobierno israelí se unieron a una conferencia de extrema derecha que promovía la construcción de asentamientos judíos tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania.
La aprobación formal de las sanciones se produce también cuando el bloque calibra cuidadosamente su postura en el conflicto de Oriente Medio tras una rápida escalada de las tensiones entre Israel e Irán.
Desde que Irán lanzó el pasado sábado un ataque aéreo sin precedentes contra territorio israelí, los líderes de la UE han redoblado su postura de solidaridad con Israel, pero también han instado al gabinete de Netanyahu a actuar con moderación.
Sin embargo, algunas capitales quieren que Bruselas endurezca su postura frente a Netanyahu. España e Irlandahan liderado los llamamientos para que se revise el acuerdo comercial del bloque con Israel (el Acuerdo de Asociación) con el fin de presionar a su Gobierno para que actúe con moderación en su ofensiva contra Gaza.
Este viernes, la viceprimera ministra belga, Petra De Sutter, afirmó en la red social X que Bélgica "tomaría la iniciativa" para "reevaluar" el Acuerdo de Asociación UE-Israel.
"Pedimos que se imponga un derecho de importación en toda la UE a los productos procedentes de los asentamientos ilegales israelíes", declaró De Sutter.
Una nota redactada por el SEAE, el brazo diplomático de la UE, el pasado diciembre instaba a la UE a "hacer cumplir laaplicación continua, plena y efectiva de la legislación comunitaria vigente y los acuerdos bilaterales aplicables a los productos de los asentamientos".
Según la legislación de la UE, los productos israelíes fabricados por colonos deben estar claramente etiquetados como tales y sujetos a acuerdos aduaneros menos preferenciales, pero las normas no se aplican estrictamente.