Las garantías que ofrece la UE para ayudar a los jóvenes desfavorecidos

Los jóvenes han sido de los más afectados por los efectos económicos de la pandemia: han sido los primeros en perder sus empleos, han visto caer sus ingresos y han tenido dificultades para encontrar trabajo. 

El Año Europeo de la Juventud

2022 es el Año Europeo de la Juventud, así que en Real Economy nos preguntamos, ¿qué se está haciendo para ayudar a los jóvenes menos favorecidos a encontrar trabajo y formación?

Los jóvenes -de 15 a 29 años- constituyen la sexta parte de la población europea. Pero les va mal a la hora de conseguir un empleo. Aunque el desempleo juvenil está cayendo, los jóvenes siguen teniendo el doble de probabilidades de no tener empleo que el resto de la población en edad de trabajar. Uno de cada ocho no estudia, ni trabaja: son los llamados "ninis".

Para ayudar a reducir la brecha y conseguir que los jóvenes trabajen, el programa de Garantía Juvenil de la UE asegura que todos los jóvenes menores de 30 años que se inscriban reciban una oferta de trabajo, aprendizaje, educación o formación en un plazo de cuatro meses. Desde que se adoptó en 2013, más de 3 millones de jóvenes han aprovechado una oferta cada año, lo que significa que hasta ahora se ha ayudado a 36 millones de personas.

Una de las formas por las que se concreta la Garantía Juvenil es por medio de la ayuda a los jóvenes para que adquieran nuevas habilidades y confianza trabajando en el extranjero. Una nueva iniciativa llamada ALMA -que se traduce en Objetivos, Aprendizaje, Maestría, Superación- ofrecerá exactamente eso en toda la UE a finales de este año. 

Euronews viaja a Brno en República Checa donde se cita con dos jóvenes checas, recién llegadas de unas prácticas de dos meses en el extranjero. Fueron con el programa "Expedición Irlanda": un programa para jóvenes desempleados menores de 30 años, procedentes de entornos desfavorecidos.

"Pude ver cómo es realmente el entorno laboral"

Julie creció en familias de acogida, a menudo en condiciones difíciles. Se formó como trabajadora social, pero se fue a Dublín para hacer unas prácticas de diseño gráfico, su pasión.

_"He podido trabajar sin ninguna experiencia previa en este ámbito. No podría haberlo hecho estando aquí. He aprendido mucho gracias al programa. Pude ver cómo es realmente el entorno laboral. También ayudé a ilustrar un libro infantil, así que tengo algo que demostrar", destaca _Julie Baštová.

_ "Expedición Irlanda"_ forma parte de la iniciativa europea de Movilidad TLN. Con un presupuesto total de unos 100 millones de euros -de los cuales el 70% procede del Fondo Social Europeo - este programa ya ha ayudado a unos 7.000 jóvenes desfavorecidos en la búsqueda de empleo-.

Aunque Julie ha vuelto a ser trabajadora social, sigue teniendo la intención de convertirse en diseñadora gráfica."Sigo por ese camino, estoy formándome, y también hago algún trabajo extra a la par... He aprendido a ser mucho más autosuficiente.", añade Julie.

Julie nos invita a una sesión de control, con los otros jóvenes que fueron a Irlanda. Un tutor estuvo presente en cada paso del proyecto: en las clases de inglés, en la búsqueda de prácticas y en el apoyo, algo esencial, según Tomke, directora del Proyecto de Movilidad TLN de República Checa.

"Es p__ara los jóvenes desfavorecidos, que no tienen experiencia de ir al extranjero y que a menudo no tienen la formación completada o que no se irían con un programa Erasmus, porque tienen demasiado miedo... Sin embargo, una vez que están en el extranjero, su motivación es mayor, su autoestima es mucho más alta, y también obtienen experiencia laboral", nos apuntaTomke Trávníček.

"Estaba un poco perdida"

Denisa sufre de ansiedad social, lo que afecta mucho a su vida. Nos encontramos con ella en la cafetería, donde trabaja desde que volvió de Irlanda. A causa de su ansiedad, no terminó sus estudios y tuvo dificultades para mantener un trabajo.

"Estaba un poco perdida, y quizás esperando conseguir algo mejor, superarme a mí misma. Creo que ir a un país diferente, experimentar todas estas cosas que hice, trabajar y hablar con desconocidos todo el tiempo, vivir con desconocidos, realmente, me ayudó mucho", nos comentaDenisa Hönigová

Gracias a esta experiencia, Denisa ha mejorado su forma de relacionarse con los demás; y las prácticas le han servido para saber que quiere trabajar en la moda alternativa:

"Definitivamente me hizo darme cuenta de que quiero contar quizás con mi propia marca, así que estoy trabajando en ello", añade Denisa.

El nuevo proyecto ALMA

En 2019, 1 de cada 3 jóvenes pasó al menos 2 semanas en el extranjero por motivos de trabajo o formación. Esta tendencia puede dejar en desventaja a los jóvenes vulnerables que tienen menos oportunidades

Inspirado en el programa de Movilidad TLN, un nuevo proyecto europeo llamado ALMA pretende ofrecerles las mismas oportunidades. En Bruselas, el Foro Europeo de la Juventud afirma que deben darse ciertas garantías para que ALMA sea un éxito

Manon Deshayes, es responsable de Políticas, Foro Europeo de la Juventud y señala: "ALMA puede ser una gran experiencia para los jóvenes, puede ser una verdadera baza, pero tiene que ir acompañada de esas garantías de salario, de acceso a la protección social."

El objetivo de estas medidas es ofrecer a cada joven un puesto de trabajo de calidad.

Los fondos europeos para los jóvenes vulnerables desplazados por la invasión rusa de Ucrania

Hay un nuevo grupo de jóvenes que, de repente y de forma inesperada, buscan trabajo o seguir estudiando en Europa: son los jóvenes ucranianos que huyen de la invasión rusa de Ucrania. La Unión Europea les ha concedido el derecho a trabajar y estudiar y acaba de anunciar fondos para ayudarles. Para saber más al respecto, nos ponemos en contacto con el Comisario de Empleo y Derechos Sociales de la UE.

¿Cómo es esa financiación de la UE que va a ayudar a estos jóvenes ucranianos a encontrar trabajo y a continuar sus estudios?

Nicolas Schmit, Comisario de la UE para el empleo y los derechos sociales: "Son fondos que aún no se han utilizado en los fondos de cohesión, al igual que del FSE. Se trata de decir a los Estados miembros "bueno, por favor, coged este dinero y podéis, de forma muy flexible, utilizarlo para financiar proyectos para los refugiados ucranianos". Estamos hablando de miles de millones de euros que pueden utilizarse de forma rápida. También estamos trabajando en su acceso al mercado laboral. Estamos facilitando el reconocimiento a través de un sistema que se ha traducido ahora, también en ucraniano, para el reconocimiento de su título y sus capacidades."

Además, tenemos esta gran iniciativa, ALMA, que va a salir a la luz. ¿Cómo cree que ayudará a las personas desfavorecidas?

Schmit: "Este proporciona una cuestión que estos jóvenes necesitan enormemente: la confianza en sí mismos. Ofrecerles una nueva oportunidad, una nueva posibilidad de descubrir algo, pero también de ser autónomos. Y esto es, creo, lo que puede ayudar a estos jóvenes a desarrollar después su propia vida, a construir una carrera, a acceder a un trabajo estable."

Hay algunas preocupaciones sobre estas prácticas, ya que podrían ser prácticas no remuneradas. ¿Cómo se asegura que eso no ocurra?

Schmit: "Si esta persona trabaja, no sólo este joven debe tener protección social -la Seguridad Social, de la que se encargan los fondos europeos, el FSE- sino que también la empresa que emplee a este joven tiene que pagarle un salario."