Los casos de esta enfermedad altamente contagiosa se han más que triplicado en el Reino Unido, por lo que los expertos instan a las mujeres embarazadas y a los niños a vacunarse.
PUBLICIDADSi ha tenido una tos de la que parece no poder librarse, no está solo.
Los casos de tos ferina -a veces llamada "tos de los 100 días"- están aumentando en Inglaterra y Gales, con un incremento aproximado del 230% respecto al año pasado, según cifras de la Agencia de la Seguridad Sanitaria del Reino Unido(UKHSA).
Entre julio y noviembre de 2023, se notificaron 716 casos de tos ferina, tres veces más que en el mismo periodo de 2022. No obstante, estas cifras siguen siendo inferiores a las de los años anteriores a la pandemia.
Oficialmente conocida como tos ferina, es una infección bacteriana muy contagiosa de los pulmones y las vías respiratorias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la enfermedad es más peligrosa en los lactantes, y advierte de que las personas con tos ferina son más contagiosas hasta tres semanas después del inicio de la tos.
¿Cuáles son los síntomas?
Los primeros síntomas suelen aparecer entre siete y diez días después de la infección e incluyen fiebre leve, secreción nasal, dolor de garganta y tos, que gradualmente se convierte en tos seca y luego en tos ferina (de ahí su nombre). Según el NHS, puede ser especialmente persistente y durar semanas o incluso meses.
Algunos adultos también pueden sufrir dolor en las costillas de tanto toser o, en casos más extremos, una hernia.
Aunque la tosferina afecta a todas las edades y suele ser leve, puede ser más grave en bebés y niños muy pequeños. En concreto, los bebés menores de 6 meses tienen más probabilidades de sufrir neumonía, dificultades respiratorias y convulsiones.
Por este motivo, se recomienda a las mujeres embarazadas que se vacunen para proteger a sus bebés desde el nacimiento, mientras que a los bebés pequeños se les ofrecen tres dosis de la vacuna contra la tosferina a las ocho, doce y dieciséis semanas de vida.
¿Por qué aumentan los casos?
En la década de 1950, había más de 100.000 casos sospechosos de tos ferina al año en Inglaterra y Gales, según informa el Oxford Vaccine Group, un grupo de investigación sobre vacunas del Departamento de Pediatría de la Universidad de Oxford.
El desarrollo de una vacuna para niños permitió reducir drásticamente estas cifras y contribuyó a evitar miles de muertes.
La pandemia de COVID-19 es la razón más probable del actual aumento de casos de tos ferina, según la UKHSA, que relacionó las medidas de bloqueo con la reducción de la inmunidad y el descenso de las tasas de vacunación debido a las interrupciones causadas en los servicios médicos.
"Antes de la introducción de la vacunación sistemática, la tos ferina solía afectar a decenas de miles de personas. Gracias a la vacunación, esta cifra se ha reducido drásticamente, pero la infección no ha desaparecido por completo, ya que ni la infección ni la vacunación pueden proporcionar protección de por vida", declaró en un comunicado Gayatri Amirthalingam, epidemióloga consultora de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.
"Como era de esperar, ahora estamos viendo cómo vuelven a aumentar los casos de tos ferina, por lo que es vital que las mujeres embarazadas se aseguren de vacunarse para proteger a su bebé".